jueves, diciembre 26, 2024
InicioFemeninaLa cara oculta de los elogios

La cara oculta de los elogios

Por: Sergio De Rios González, psicólogo

En todo libro de autoayuda se habla de lo importante que es el elogio en la infancia. Algo que sin duda aumenta nuestra autoestima y nos ayuda a ir formando nuestra personalidad.

Pero, decirles a los niños qué bien haces ciertas cosas, manifestarles que los consideras casi una maravilla, ¿los hace verdaderamente seguro de sí mismos, felices y garantizan una buena autoestima?

3 elogios que destruyen la autoestima en la infancia

Sin duda, una palabra positiva nos ayuda a continuar, a desarrollar más esa capacidad que tenemos de lograr algo o de hacerlo mejor. Por ejemplo, si apruebas un examen y te elogian, eso te animará a continuar seguir estudiando y sacar mejores notas.

Pero, ¿qué ocurre cuando los elogios se hacen repetitivos? ¿Qué ocurre cuando siempre esperamos un elogio y, sorprendentemente, no lo recibimos? Los elogios pueden hacer que escojamos el camino fácil, en vez de intentar superarnos.

Es más, los elogios pueden hacernos flaquear en aquello que no nos gusta. Es importante que los niños no piensen en una recompensa cada vez que hacen algo.

Si nos centramos en los elogios que los niños pueden recibir desde su infancia, podemos encontrar 3 elogios fundamentales que creemos que fomentan la autoestima cuando, en realidad, fomentan todo lo contrario.

  1. Elogiar la capacidad, no el esfuerzo

Es un error muy grave que da lugar a muchos problemas. El trabajo duro es lo que va a contar, lo que va a influir realmente en el resultado. Aunque seas muy inteligente si no pones esfuerzo, no lograrás nada.

Siempre hay que elogiar el esfuerzo, porque si elogiamos la capacidad destruirás la autoestima.

  1. Elogiar de forma exagerada, sin especificar

Algunos elogios son muy exagerados. ¿Cuáles serían unos buenos ejemplos?: “eres un genio”, “eres un artista”, etcétera. Estos elogios pueden tener un efecto contraproducente en los niños y en vez de elevarles y fortalecer su autoestima, hacer todo lo contrario.

Aprende a realizar elogios más realistas como “me gusta…”, “qué bien te ha quedado…”, pero no aumentes de forma artificial la autoestima del niño, porque si le dices que es un genio ¡se lo va a creer! Y esto puede provocar que deje de esforzarse.

  1. Añadir más presión, no es la solución

Cuando elogiamos, a veces metemos más presión de la que debiéramos. Si alguien piensa que somos un genio, podemos caer en cuenta de que siempre tenemos que mantener ese estatus. El niño se verá sometido a una presión totalmente innecesaria.

Aunque la palabra “elogio” sea positiva, como vemos puede ser muy negativa  si no la utilizamos como debiéramos. Elogia, pero elogia el esfuerzo, la superación, ¡motiva! No premies lo fácil ni exageres. Es importante lograr las cosas con esfuerzo, solo así sabremos el valor que realmente tienen.

CRÉDITO PORTADA

KAIA GERBER

ACTRIZ Y MODELO

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES