viernes, enero 31, 2025
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Bolivia debe trabajar para ser parte del corredor bioceánico

Bolivia no está fuera del corredor bioceánico, pese a que en los últimos días el gobierno paraguayo presentó una propuesta de unión carretera desde Brasil hacia el Pacífico, a la que Bolivia puede unirse.
Bolivia es el heartland de Sudamérica y País de Contacto, por ello debe desarrollar Puerto Busch y vincular la red Ferroviaria Oriental con la Occidente, para lograr una unión Multimodal Atlántico-Pacífico.
Es decir, la construcción de un Ferrocarril de Santa Cruz hacia Cochabamba y rehabilitar la conexión con Ferroviaria con Perú, rehabilitar el tren Arica-La Paz y mejorar las carreteras correspondientes para lograr una vinculación multimodal y la unión entre Brasil, en el Atlántico, con el Pacífico. Es muy importante desarrollar estos proyectos.
El corredor de Paraguay parte del puerto Mutinho en Brasil, atraviesa el río Paraguay por un puente que se construye en el chaco paraguayo, continúa por Argentina, pasando por Tartagal, Jujuy, llega hasta el paso de Jama y termina en los puertos chilenos de Antofagasta, Mejillones, Tocopilla, Iquique y Bolivia puede unirse a estos tramos carreteros a través de la Hidrovia de la Cuenca del Plata o con una carretera.
Una de las razones por las que el país estaría quedando al margen del corredor bioceánico es la inseguridad de llegar a destino, por los frecuentes bloqueos de caminos sin respetar el derecho al libre tránsito, establecido en nuestra Constitución Política del Estado.
Según la Cámara de Exportadores, en el primer trimestre de este año se registraron 50 bloqueos de magnitud en varias regiones del país, que cortaron el tránsito en las principales vías de Bolivia. Estas medidas de presión no solo perjudicaron a las exportaciones e importaciones nacionales, también afectaron a los transportistas de países vecinos que pasaban por territorio nacional.
Un país que se considera a sí mismo como el nexo entre el Pacífico y el Atlántico no puede darse el lujo de que se bloquen sus carreteras porque una región boliviana decidió –por razones políticas, económicas o sociales– cortar el tráfico de motorizados “hasta que se atiendan sus necesidades”.
El país empezó a promocionar el corredor bioceánico que, partiendo de Santos, puerto brasileño en el Atlántico, pasando por Mato Grosso do Sul y atravesando Bolivia, llegaba al puerto peruano de Ilo, en el Pacífico.
Como nos recuerda el analista Gonzalo Chávez, con datos del IBCE, por este tramo carretero, en la actualidad se mueven mercaderías por aproximadamente 4.000 millones de dólares.
Al revisar los años 90 del siglo pasado, encontramos que el IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), que integra a 12 países, tiene registrados 10 ejes de influencia en la región, para integrar la zona y conectar el Atlántico con el Pacífico. Todos conforman una red en la que el país queda al centro, como una zona integradora. Cada eje agrupa una determinada cantidad de países y el nuestro está en cuatro: el Eje Central, el Eje Andino, el Eje Brasil-Bolivia-Perú (Corredor del Norte) y el de la Hidrovía Paraguay-Paraná.
En los últimos años, Bolivia hizo poco a nada por cumplir con sus tareas para hacer realidad esta integración. El quedar al margen de alguna red es responsabilidad de Bolivia. Un botón es la muestra, la construcción de Puerto Busch, está todavía en estudios.
En 2019, la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) otorgó al país recursos no reembolsables para financiar la elaboración de los estudios técnicos de preinversión del Corredor Ferroviario.
La ruta Bioceánica impulsada por Paraguay mejora la competitividad en la exportación de productos. La cultura del bloqueo aleja al país de oportunidades económicas, según el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente, Mario Justiniano.
Para la economía en particular y para el país en general la interconexión a una carretera bioceánica es muy importante. No podemos permitir que bloqueos por intereses regionales o la pesada burocracia del aparato estatal nos dejen fuera de la interconexión bioceánica. El país entero agradecerá que seamos parte de esta integración bioceánica multimodal.
Debe quedar claro que la conexión ofertada por Paraguay no solo es un proyecto, es un trabajo que ya lleva algunos años y Bolivia podría quedar al margen por problemas políticos e ideológicos.

El autor es Economista, licenciado en la UMSA, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina y Académico de Número de la ABCE.

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