martes, octubre 1, 2024

César Chanona

Una vez más, como se está volviendo una sanísima costumbre, hoy tenemos el agrado de presentar una nota gestionada por Rodrigo Bernal, un músico muy reconocido por su exitosa carrera tanto dentro como fuera de nuestro país. En esta ocasión tenemos el agrado de presentar a César Augusto Gómez Chanona, un enorme músico oriundo de Chiapas, México, quien es uno de los poderosos bastiones de la música de por esos lares. Aparte de músico es productor, sesionista y, como si fuera poco, es ganador de un “Latín Grammy”, así como dirigir una de las mejores escuelas de música en México. Fue bajista de Natalia Lafourcade y actualmente es bajista de Kenny “la reina del rock”. En esta breve nota procuraremos un repaso completo a su gran carrera… Sean todos bienvenidos al show.

¿Fue difícil tomar la decisión de dejar Chiapas, para realizar tu sueño musical en Ciudad de México?
No, no fue difícil porque todavía cuando me fui de Chiapas, fue decisión de mi madre. Porque definitivamente era conveniente venir a la Ciudad de México para crecer un poco más. La verdad que Chiapas es un estado increíble, me encanta, pero tiene ciertas limitaciones para ciertas áreas y en cuestión musical hay muy buenos músicos, pero hay poco mercado, no hay mucho qué hacer, no hay muchos estudios de grabación, no hay muchos lugares para tocar. Entonces venirnos a la ciudad, como para buscar otras oportunidades, fue lo más atinado para el camino que yo tomé.

Cuando fuiste a Ciudad de México, estudiaste en la “Escuela Superior de Música”, y en “Fermatta” que fue un gran semillero de arte. ¿Crees que es necesario estudiar música formalmente, para tener la capacidad de componer una canción con buen gusto?
Quisiera primero definir educación formal, soy partidario de estudiar, eso sí. No que a fuerza sea en una escuela, de pronto la onda de estudiar formalmente es en donde estudiaste, qué carrera estudiaste, y no necesariamente. Yo conozco muchos músicos autodidactas que tocan impresionantemente y lo han hecho en esta disciplina de investigar, en libros, en videos y, para mí, eso ya es una educación formal, porque se están interesando por investigar el lenguaje en la música. Entonces a mí me tocó así, yo fui o soy una persona que necesité en su momento una escuela, así sentía que yo estaba estructurado, me ayudaban mis maestros, mis “zenseis”. Pero hay gente que no lo necesita, hace su camino, la compu, los vídeos, los libros, partituras, y con eso rifa. Pero si soy partidario de prepararse, de leer, de investigar y tener claro el lenguaje.

Cuando formaste parte de la banda Natalia Lafourcade. ¿Cómo viviste ese momento tan exitoso de giras, premiaciónes, etc.?
La verdad que fue un gran aprendizaje, de hecho la primera vez que Natalia me invitó al proyecto yo le dije que no porque yo estaba clavado con mi banda de jazz. Tenía que hacer líneas a la medida de la canción, para que yo me vuelva una parte importante de ellos, y que pueda aportar ese granito de arena y figurar como siempre lo había querido. Porque al final cuando te expones a un escenario, es porque te gusta y quieres que la gente te reconozca. Pero entrando al proyecto de Natalia vi que podía figurar más aportando a la banda, trabajando para la banda, que pensando a qué hora voy a hacer mi solo, para que me escuchen más. Entonces fue un gran aprendizaje, también aprendí mucho de sonido; los shows eran muy grandes, de pronto comenzamos a tocar para 10.000 o 15.000 personas y pensar qué sonido tengo que dar para esta magnitud de show. Todo me trajo buenas enseñanzas.

Detrás del álbum “Casa” con Natalia Lafourcade hubo un arduo trabajo. ¿Cómo te sentiste al ganar ese merecido Latín Grammy?
Lo primero que vino a la cabeza es: “creo que lo estamos haciendo bien”; pensando en que están reconociendo nuestro trabajo, creo que valió la pena el esfuerzo, porque sí fue un disco bastante tardado, estábamos chavillos, éramos muy clavados, y pues queríamos dejar huella. Entonces ese “Grammy” fue como un “okey”, lo están haciendo bien, van por buen camino, sigan así. Pero todavía falta mucho por hacer.
Fue como un paso dado, una meta lograda, un mensaje de que sigue y también una lastima, porque después de eso la banda se desintegró. Natalia es una genio, es una persona que todo el tiempo está buscando algo diferente, ahora toca algo completamente diferente a lo que hicimos en el disco de “Casa”, entonces era muy difícil seguirle el paso.
Igual cuando “truena” la banda, reflexioné yo estudié música, no estudié para tener una banda nada más, y ahí me dediqué a ser sesionista grabé muchísimos discos de pop.
He sentido que me he dejado llevar, de pronto sí tengo muchas espectativas, pero soy consciente que no tengo control de la vida en general, pero también estoy en la realidad, lo único que sé es que tengo que trabajar para lograrlo.

¿Que sientes al ser bajista actual de “La reina del Rock” Kenny, que sientes al ser un “eléctrico 2022”?
Me siento muy afortunado, ya he tocado con dos pilares de la música en México (Natalia y Kenny). Me siento contento porque llego al proyecto de Kenny, ya con una trayectoria, me permite tener un diálogo con una persona que lleva 40 años en esto. Llegó en un momento que siento que estoy aportando cosas interesantes para su proyecto, y bueno ella me lo dice también, oye “me encanta como tocas”, “hace tiempo que tenía ganas de algo más funk en mi vida”. Tenemos un diálogo interesante a nivel personal, a nivel musical, entonces me siento bien, me siento pleno, siento que así debía ser, siento que llegué en el momento indicado. Yo creo que si esto me hubiera pasado hace 10 años, no me hubiera mantenido tanto en la banda, porque no habría la madurez, o la propuesta necesaria para mantenerme en un proyecto como el de Kenny.

La enseñanza es un oficio muy noble. ¿Cómo nace el sueño de fundar “La escuela Alternativa de Música”?
Cuando salieron más personas que querían las clases, ya ahí salió la idea de que hagamos una escuela, potencialicemos esto, y también pensando en la cuestión del negocio, soy una persona preparada y estoy consciente de que estoy dando gran calidad, vamos a exponenciarlo. Y salió la escuela con este concepto de enseñar, más cuestión práctica. Mis maestros fueron excelentes pero eran muy apegados al manual, no se enfocaron tanto en la experiencia ya estando en el escenario, o lo que podía confrontar en la vida. A partir de mí y Alfonso (socio y baterista) todos los maestros que escogemos son con esta finalidad, maestros que estén tocando, maestros que puedan aportar su experiencia teórica, pero más enfocados en la práctica.

¿Cuáles son los bajistas que más te gustan o influencian?
Pues soy más de Larry Graham, Luis Johnson, Flea (Red Hot Chili Peppers), Stuart Zender (Jamiroquai), Les Claypol (Primus), en cuestión de internacionales. Pero aquí Sabo Romo (Caifanes, Alex Sintek, etc.); es de las escuelas méxicanas, de Molotov Micky Huidrobo también toca muy bien, tiene muy buenas ideas, en la escena del jazz Agustín Bernal es referencia aquí en el país.

Mi querido Cesar, regalanos unas palabras de despedida para toda la gente de Bolivia
Muchas gracias por el espacio, muchas gracias por contemplarme, por dejar explayarme, espero que a toda la gente que lo lea le sirva, les entretenga, les funcione. A todo lo que hagan échenle ganás, como decía al inicio, sí hay que investigar, hay que prepararse, hay que estudiar, hay que echarle corazón, hay que hecharle cabeza y tener objetivos claros. Siempre tener un punto de llegada a dónde quiero ir, a dónde quiero llegar, hay que echarle amor a todo lo que hagan.

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