Por: Gema Sánchez, psicóloga
Por fin he entendido que el fracaso no existe, solo las ganas de aprender, que las opiniones de los demás a veces son miedos de otros no míos, y que el cambio puede ser una gran oportunidad.
Hoy es el día para lograr mis objetivos, es el día en que por fin voy a atreverme a caminar hacia el futuro que deseo, hacia lo que he soñado siempre, para transformar ese sueño en una realidad.
Puedo oler ese momento en el que alcanzaré mis metas, puedo sentir la emoción en mi corazón, puedo notar las lágrimas de alegría rodando por mis mejillas y el orgullo de las personas que quiero al verme cumplir mis esperanzas.
Voy a ser valiente
El miedo no es un obstáculo, voy a sacar el coraje que siempre he tenido para luchar contra lo que me da miedo. Me enfrentaré cara a cara con mi miedo a fracasar, mi miedo a las opiniones de los demás, mi miedo al cambio.
Me convertiré en alguien que no mira hacia el pasado, sino que vive el presente y mira con ilusión al futuro. Alguien que aprende las lecciones que le ha ido dando la vida y que no se da por vencida. Si tengo curiosidad por algo, lo estudiaré porque llegará el momento en el que lo pueda utilizar.
Me formaré en los aspectos que más me apasionan para desarrollar mis mejores habilidades haciendo lo que me gusta. Nunca dejaré de aprender, de tener curiosidad por las cosas nuevas, de estudiar, de leer, de explorar. Ahora sé que todo lo que aprenda tendrá una aplicación, un sentido en mi vida, será algo que utilice y que me ayude a perseverar.
La sombra de la preocupación no me acompañará, porque de hoy en adelante voy a pensar en todas las cosas buenas que tengo en mi vida, en todas las personas que realmente me quieren y voy a vivir el aquí y el ahora, el calor de cada abrazo dado, la amabilidad de cada palabra pronunciada, el beso de cada persona que me demuestra su cariño.
Hoy tengo claro lo que quiero y cómo lo voy a conseguir. Escribiré mis objetivos con claridad en un lugar donde los pueda ver, para recordarme cada día que camino hacia mis sueños. Lucharé contra las dificultades, con todo lo que se interponga entre lo que deseo y yo.
Nada me frenará porque confío en mí, creo en mí, por eso he aprendido a ser perseverante, a no rendirme y a ir cumpliendo mis objetivos paso a paso. La perseverancia me acompañará en cada momento de este día y de todos los que le seguirán, para recordarme que soy una persona luchadora y para transmitir mi entusiasmo y contagiar mi alegría a otras personas.