Por: Mónica Sánchez
Seguir una rutina de cuidado facial es clave para mantener tu piel limpia, joven y brillante. Y es que la rutina de tratamiento puede hacer mucho más por tu belleza de lo que hace el maquillaje.
Sin embargo, muchas veces por pereza o desconocimiento acabamos saltándonos un ritual clave para nuestra belleza, salud y bienestar.
A fin de ponerte las cosas fáciles, voy a contarte cómo seguir una rutina de cuidado facial sencilla en sólo 6 pasos, con los productos justos, pero que transformará por completo el aspecto de tu piel.
La importancia de elegir los productos adecuados
Antes de comenzar con la rutina de cuidado facial paso a paso, quiero hacer hincapié en la importancia de elegir cosméticos de calidad, con ingredientes naturales y que realmente respeten tu tipo de piel.
Elegir cosmética inadecuada, no solo echará por tierra todos nuestros esfuerzos beauty, sino que puede tener efectos perjudiciales a la larga, tanto para tu belleza como para tu salud, si eliges cosmética con demasiados ingredientes tóxicos.
Importante: Para que la guía de cuidado facial se entienda a la perfección, voy a explicar los pasos en que deben realizarse a lo largo del día. También añadiré 2 extras que no son 100% imprescindibles, pero que si te ayudarán a mantener una piel más sana, jugosa y bonita.
1- Limpia tu rostro por la mañana con un producto suave
Si aplicas tu crema nutritiva por la noche, parte de esta quedará sobre la piel del rostro y al día siguiente los residuos se habrán acumulado sobre tu piel.
Aunque esto es una realidad, no se percibe a simple vista, por lo que muchas veces terminamos por omitir este paso.
Para asear el rostro correctamente por las mañana, lo ideal es empezar con un buen chorro de agua fresca, que además nos ayude a empezar el día con energía.
Seguidamente, aplicamos un poco de leche limpiadora (o un limpiador suave específico para tu tipo de piel) y frotamos sin presionar con la yema de los dedos. Tras un par de minutos, eliminamos los restos de producto con un disco desmaquillante, y finalizamos con un segundo chorro de agua fresquita.
2- Aplica una crema hidratante adaptada a tu tipo de piel
La crema hidratante o crema de día se fabrica habitualmente como emulsión de agua en aceite, lo que quiere decir que el ingrediente principal, donde se disuelve los principios activos es el agua.
De esto se deduce que la crema hidratante aporta agua a tu piel, para evitar la deshidratación durante el día y lucir ese aspecto jugoso que tan bonitas nos hace sentir. Las cremas de día incluyen además FPS para proteger la piel del Sol, mientras que las de noche omiten este ingrediente.
Para aplicar de manera correcta la crema hidratante en tu rutina de cuidado facial, se recomienda que esté especialmente formulada para tu tipo de piel (Esta información la encontrarás en el envase). Además, se debe extender con el rostro bien limpio, en movimientos ascendentes y omitir la zona del contorno de ojos.
3- El contorno de ojos en tu rutina de cuidado facial
Aunque muchas personas aplican su crema hidratante también en la zona del contorno de ojos, esto está completamente desaconsejado, ya que la piel de esta zona es más fina que en el resto del rostro y necesita de cosméticos específicos para cuidarla.
La zona del contorno de ojos abarca la ojera, la zona más cercana al lagrimal y los laterales. En esta área, conviene aplicar un contorno de ojos, si además eliges uno con aplicador metálico descongestionarás la zona mientras realizas un automasaje muy placentero.
Llegados a este punto, ya habrás acabado con tu rutina de cuidado facial de día, una vez se absorban todos los cosméticos podrás maquillarte como siempre. Si deseas aplicar bálsamo labial o sérum de pestañas, el momento es ahora.
La rutina de cuidado facial de noche es algo más intensa que la de día, ya que en este momento retiramos los restos de maquillaje e impurezas acumuladas durante la jornada, y proveemos a la piel de los ingredientes que necesita.
- Doble limpieza
La doble limpieza consiste en realizar una primera limpieza o desmaquillado facial con un producto oleoso (a base de aceite) destinado a eliminar las impurezas más grandes.
Finalizada la primera limpieza, realizamos una segunda pasada con un producto más ligero de base acuosa, como un jabón o un gel. Para terminar, enjuaga con abundante agua tibia.
- Aplicamos el sérum (Opcional)
Si bien este paso es opcional, son muchas las chicas que prefieren aplicar el sérum antes de la crema nutritiva para aportar un extra de nutrientes al rostro.
El sérum es un producto hidratante o nutritivo con una importante concentración de principios activos. Por lo general, una sola gotita es suficiente y suele aplicarse entre la limpieza y la aplicación de la crema posterior.
- Finaliza tu rutina de cuidado facial con la crema nutritiva
La crema nutritiva aporta lípidos a la piel junto a sus principios activos, regalándole un extra de energía e hidratación profunda a la piel. Es muy importante aplicarla por la noche, porque es cuando la piel está más receptiva. Recuerda aplicar todos los cosméticos también en cuello y escote.
Pasos extra en tu rutina de cuidado facial
Aunque estos son los pasos imprescindibles para cuidar nuestra piel en el día a día, todavía existen dos puntos extra que conviene realizar una vez a la semana:
Exfoliación
La exfoliación consiste en aplicar un producto algo más abrasivo que los limpiadores habituales (pero siempre suaves y respetuosos) de esta manera se elimina la capa de células muertas y ayudamos a que la piel se regenere más rápido. También ayuda a prevenir vellos enquistados y aporta luz al rostro.
Mascarilla
Las mascarillas faciales, además de realizar la acción específica para la que fueron diseñadas, nos ayudan a relajarnos y conectar con nosotras mismas. Podemos aplicarla en compañía de alguna amiga para pasar un rato divertido juntas.
Existen mascarillas comerciales y caseras, ambas pueden ser muy efectivas y es un paso que se recomienda realizar, como mínimo, una vez cada 15 días.