Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario de China, Xi Jinping, sostendrán una charla en las próximas semanas, estimó ayer el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, al mencionar creciente convergencia entre los miembros de la Organización de Tratado Atlántico Norte (OTAN) y el G7 sobre el desafío que plantea Pekín.
El Grupo de los Siete países más ricos abordará las prácticas económicas no comerciales de China, su enfoque de la deuda y sus antecedentes de derechos humanos en un comunicado el martes, mientras que un concepto estratégico de la OTAN que se publicará a finales de esta semana abordaría a China de «maneras que no tienen precedentes», sostuvo Sullivan.
«Creemos que hay una convergencia cada vez mayor, tanto en el G7 como en la OTAN, en torno al desafío que plantea China», señaló Sullivan a periodistas en la cumbre del G7 en el sur de Alemania.
Los líderes del G7 vieron una «necesidad urgente» de consulta y alineación en temas como las prácticas económicas no comerciales de China, sus medidas con respecto a la deuda de los países en desarrollo y su enfoque de los derechos humanos, sostuvo Sullivan.
Pero el funcionario señaló que la mayor atención a las acciones de China tanto en el frente económico como en el de seguridad no implica que Occidente esté intentando lanzar una nueva Guerra Fría.
«No buscamos dividir el mundo en bloques rivales y hacer que cada país elija», indicó.
«Queremos defender un conjunto de principios que sean justos para todos. Y queremos asegurarnos de que estamos trabajando con socios de ideas afines para llevar a China de adherirse a esas normas», agregó.
Los líderes del G7 se comprometieron el pasado domingo a recaudar 600.000 millones de dólares en fondos públicos y privados durante cinco años para financiar la infraestructura necesaria en los países en desarrollo y contrarrestar el antiguo proyecto multimillonario de la nueva Ruta de la Seda de China.
Biden y otros líderes del G7 lanzaron la «Asociación para la Infraestructura Global y la Inversión» para apoyar proyectos en países de bajos y medianos ingresos que ayuden a abordar el cambio climático y mejorar la salud global, la equidad de género y la infraestructura digital. (Reuters)