Brasilia se hace sorprender

El canciller Rogelio Mayta llama al embajador del Brasil en La Paz, señor Octavio Henrique Cortes, para dar explicaciones sobre la invitación de asilo político a favor la expresidenta Jeanine Añez, efectuada por Jair Bolsonaro, presidente del Brasil, quien complementó sobre el indebido encarcelamiento que sufre la misma por largo tiempo y su condena a diez años de prisión. Estos criterios no son exclusividad de Bolsonaro, sino que muchos personajes a título personal o por sus gobiernos se pronunciaron en el mismo sentido. Las apreciaciones del presidente Bolsonaro fueron tachadas de “impertinentes” por Mayta.
Son quizá pocas las oportunidades en diplomacia en que los papeles se invierten. Este es el caso que Itamaratí (Ministerio del Exterior del Brasil) se deja sorprender por el canciller boliviano, después de las acres y torpes declaraciones contra Bolsonaro, de parte de diputados y senadores oficialistas. Mayta condimentó con que el país fue víctima de “injerencia” en asuntos internos que solo competen a los nacionales. Amplió en sentido de que el Estado Plurinacional no emite criterios sobre la Justicia brasileña y que espera reciprocidad en ese sentido.
Sumaron las adjetivaciones de los asambleístas del MAS –obvia palabra oficial del gobierno Arce–, llamando “golpista” al mandatario por haber sido parte del imaginario golpe de Estado, atribuyéndole reuniones con Añez previas y secretas de planificación de los hechos de octubre y noviembre de 2019. El mismo presidente llamó la atención a su predecesor Luis Inácio Lula da Silva por no pronunciarse en onda con los gobernantes a nivel internacional, cuando censuraron las injusticias del cuestionado caso.
Sin duda son graves acusaciones sin probanza alguna contra el Primer Mandatario de un país amigo y principal importador del gas nacional. Empero, Brasilia quedó en silencio, perdiendo el papel interpelante que le correspondía. Por su parte, imprimiendo suavidad, Mayta dijo que su propósito es explicar al embajador las razones de la Justicia en relación con la expresidenta Añez. El gafe diplomático es evidente y se hace recomendable que el Ministerio de Relaciones Exteriores se dote de personal competente capaz de asesoramiento profesional, en aras de un mejor desempeño de la diplomacia del país.