Consecuencias de choques, colisiones y embarrancamientos de motorizados

A nivel mundial las lesiones causadas por accidentes de tránsito ocasionan pérdidas económicas considerables para los accidentados y sus familias, por los costos de tratamientos médicos y la pérdida de productividad de las personas que quedan discapacitadas, así como por del tiempo de trabajo o estudio que pierden los familiares de los lesionados al atenderlas. Las colisiones entre motorizados cuestan a la mayoría de los países el 3 % de su PIB.
Estas pérdidas no solo de vidas, sino económicas, de cada país y de familias, no son propias de países desarrollados como Estados Unidos, Japón, entre otros, sino de mayor afectación en regiones de menor economía, como en Latinoamérica. En Bolivia y otros países de menores ingresos económicos, un hecho de tránsito puede dejar en la orfandad a más de cinco menores por familia.
En Potosí, desde el año 2020 hasta el quinto mes de 2022, hubo aproximadamente 1.269 hechos de tránsito, siendo los casos más atendidos de colisiones, choques y embarrancamientos. No solo en sectores urbanos, también en vías peri urbanas y rurales, ante el rápido aumento del parque automotor en los últimos cinco años.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 el parque automotor en Bolivia alcanzó a 2.226.662 vehículos, cantidad superior en 5.6 % a la registrada en 2020, cuando llegó a 2.109.117 unidades. Hace 18 años, en 2003, en el país había 444.148 vehículos y el incremento hasta el año pasado representa el 20 %.
En 2021, de acuerdo con la información del INE, hubo 11.8 millones de habitantes en el país, por lo que la cantidad de vehículos alcanzaría para el 20 % de este total.
En cuanto al aumento en el parque automotor, las motocicletas son el grupo más importante, seguido de vagonetas, automóviles y camionetas.
En 2021 hubo 657.718 motos, entre particulares, del servicio público y oficiales. En 2020 eran 591.816, por lo que el incremento alcanza al 10 % (65.902) en un solo año. La mayoría ingresó al país entre 2006 y 2010. Solo un 0.5 % del total es del servicio público.
También da cuenta que nueve de cada 10 motorizados son del servicio particular, en los registros del RUAT. Esta cantidad representa el 92.9 % del parque automotor, es decir que en un año hubo un incremento del 5.7 % (111.724 unidades más). El servicio público concentra al 5.5 % del total y en un año son 5.074 adicionales, mientras el oficial apenas alcanza a 1.6 % y hay 747 más en relación con 2020.
En Santa Cruz hay 774.472 motorizados (34.8 %), le sigue La Paz con 517.277 (23.2 %) y Cochabamba está con 478.251 (21.5 %). Más abajo están Tarija con 125.024 (5.6 %); Oruro con 111.767 (5 %); Chuquisaca con 84.473 (3.8); Potosí con 76.650 (3.4 %); Beni con 52.037 (2.3 %); y Pando con 6.711 (0.3 %).
Por los datos expuestos, la responsabilidad de evitar mayores hechos de tránsito no solo es de las diferentes políticas públicas de prevención realizadas tanto por las instancias públicas o privadas, como las aseguradoras, sino que se requiere ante todo educación vial, que debe surgir desde las familias. Que futuros conductores y peatones respeten las normas de tránsito y eviten ser responsables o víctimas de accidentes, una de las mayores causas de muerte y heridos en las vías del país.