Con la llegada de internet, nuestra forma de comunicarnos ha cambiado, por las redes sociales personas de todo el mundo se interconectan. Pero esta alta conectividad puede provocar problemas.
Las redes sociales llegaron cuando las personas pudieron acceder a internet en sus celulares, desde ese momento aplicaciones como WhatsApp, Facebook, YouTube, Tiktok y otros han cambiado nuestra forma de comunicarnos. Mediante tales aplicaciones tus contactos se enteran de tus actividades, les permites ver fotos, conocer los lugares que visitas, otras páginas que revisas. Pero todo esto tiene sus peligros.
Una red social te permite contactar a tus amigos, pero también a sus amigos y a los amigos de sus amigos y entonces surge el primer problema. Como no conoces a todas las personas que contactas, es posible que entre esas ellas haya alguna malintencionada, que quiera hacerte daño.
Todo lo que se sube a internet se queda allí, aunque un botón diga eliminar, esto no ocurre. Si subes una foto por error, es probable que ya esté descargada en el equipo de otra persona. Además, que un usuario esté avisando a sus contactos donde está frecuentemente, qué come o cómo viste es también información disponible para personas malintencionadas. Principalmente usuarios jóvenes intentan llamar la atención mediante tiktoks o videos cortos de retos o ropa que estrenan, video juegos en los que participan, y aunque esa información tú creas que solo se encuentra en tu perfil de usuario, realmente no es así. Las empresas dueñas de la red poseen esa información y la pueden vender a otras empresas de publicidad, por eso nos llega comúnmente publicidad de empresas que no conocemos, pero están acordes a lo que frecuentamos en internet. Además, una persona con altos conocimientos de informática puede acceder sin riesgos a las cuentas de redes sociales y hacer seguimiento a usuarios.
Otro problema es el tiempo que dedicamos a las redes y a los juegos, en el caso de los más jóvenes. Estar pegado a una computadora o a tu dispositivo móvil puede provocar severos problemas de salud visual e incluso emocional. Es común ver a escolares que se encuentran perdidos ante lo que les rodea, por estar usando su dispositivo móvil, o jóvenes que por mejorar su nivel en lo que están jugando hacen engaños o acceden a compras que al final terminan pagando sus padres. También es común ver a jóvenes que se trasnochan por estar usando su dispositivo móvil, ya sea para una red social o jugando por internet. Ojos rojos, estrés por mal sueño, deberes olvidados y engaños suelen ser algunas consecuencias del exceso de tiempo dedicado a los juegos o redes sociales.
Consejos para los más jóvenes: selecciona muy bien tu círculo de amistades y revisa la información que pones en una red social. Y recuerda que una red social también puede enredarte. Un buen consejo es el que dice: el que ha visto los problemas, y huye de ellos es un sabio. Es importante que los padres controlen qué ven sus hijos y cuánto tiempo dedican a los dispositivos móviles. Aplicaciones como Family Link de Google nos ayudan en esa tarea, a través de esa aplicación los papás podemos hacer un seguimiento y poner límites a lo que ven y hacen nuestros hijos con un dispositivo móvil.
Si usas redes sociales, cuidado te enredes
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