jueves, septiembre 5, 2024
InicioSeccionesEditorialFalta de inversión extranjera, obstáculo para el desarrollo

Falta de inversión extranjera, obstáculo para el desarrollo

Informes de cámaras de Industrias y Comercio, de instituciones económicas, entidades públicas y privadas, bancos y otras organizaciones, periódicamente dan a conocer que nuestro país, comparativamente con los demás del continente, adolece por la falta de inversión de capitales financieros, humanos y tecnología en nuestro país. Por el contrario, se ha sostenido muchas veces y así se dio a conocer ante entidades extranjeras, que hemos dado numerosas oportunidades para garantizar la inversión con miras a crear actividad industrial que permita que los bolivianos contemos con industria propia y no solo actuemos como receptores de importaciones. Y es que bien podemos conseguir condiciones y posibilidades para nuestros profesionales y mano de obra con gran capacidad para adquirir mayores conocimientos y posibilidades.
Los intentos llevados a cabo no han tenido éxito porque se señala la rémora de no contar con mercados aptos para colocar la producción; luego, carencia de materia prima; así como el alto costo de la mano de obra y, finalmente, el temor a estatizaciones y nacionalizaciones, aspectos en los que nuestro país adquirió fama por el accionar de gobiernos “revolucionarios” que poco positivo hicieron.
Hay que lamentar que nuestros gobiernos que se consideran “revolucionarios” demagógicamente pregonan que somos país de los grandes cambios (sin que haya habido algún cambio importante), nación con “inmensas posibilidades y garantías para invertir” y ofrecen mil lindezas y oportunidades para producir y “ganar mucho dinero”. Pero eso no pasa y no hay interesados en llegar a Bolivia. La verdad es que se prometió mucho –por demagogia y populismo– y nada se cumplió, debido a que las políticas partidistas son pura fantasía, engaño, mentiras y sofismas. Se debe lamentar que nuestros representantes en el exterior no dan a conocer la realidad y posibilidades del país; menos se dice algo para atraer posibles inversionistas y menos se da seguridades para que haya confianza en lo que somos y podemos hacer en pos del propio desarrollo y para conseguir que las entidades internacionales instalen sucursales productivas y dejemos de ser solamente importadores y consumidores o, en algunos casos, seamos simples ensambladores.
Es urgente que nuestro Gobierno se esmere para lograr inversión de capitales extranjeros y tecnología que, con buenos técnicos que proporcionen al país, puedan, conjuntamente nuestros ciudadanos, entrenar a nuestra mano de obra, enseñar en nuestras universidades y capacitar a los futuros técnicos de una industria que atraiga a otros inversionistas. Finalmente, es necesario que nuestros gobiernos, empezando por el actual, abandonen la demagogia y aprendan a vivir solidaria y mancomunadamente con el capital, el profesionalismo y la mano de obra capacitada.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES