Son permanentes las alertas por causa del coronavirus, que aún hace estragos en algunos sitios del mundo, considerando que en las últimas semanas aumentó la cantidad de enfermos por el virus. Esto ha implicado que en sitios donde se presentaron casos, sean redoblados o restablecidos los cuidados, porque lo que menos se aceptaría es que el mal ataque masivamente a niños y jóvenes. El Covid-19 podría está acompañado ahora por algún otro mal, como es el caso de la fiebre del mono, la viruela (en África) y otros.
Hay que reconocer que en nuestro país hubo esmero en los cuidados, pero se observa disminución en medidas de prevención por parte de sectores de la población en las últimas semanas. Sin embargo, por las experiencias sufridas en otros países, corresponde redoblar cuidados, especialmente en las áreas rurales, donde hay niños desnutridos y con escasa alimentación, que los hace campos propicios para cualquier contagio. Entramos a la parte crucial del invierno, que se hace propicio para que cualquier mal se asiente en organismos infantiles y de personas de la tercera edad. El frío, excesivo últimamente, puede ser apropiado para la aparición y proliferación de gripes y mucho más para que el Covid-19 cobre víctimas, como en meses pasados.
Las autoridades de salud anunciarán seguramente medidas ante los peligros que corren para nuestros niños y jóvenes, que siempre merecen los mayores cuidados. Por otra parte, en las ciudades orientales se han presentado casos de personas que, habiendo sido vacunadas hasta por cuarta vez, han sufrido contagios. Este hecho obliga a no descuidar a la familia, evitando asistencia prolongada a fiestas y otros sitios en los que estén presentes muchas personas que pueden ser portadoras del virus o transmisoras involuntarias o indirectas del mal. En cualquier caso, corresponden, pues, los mayores cuidados.