Cultor de la desgracia nacional

Somos el país más pobre de América y donde “nadie se muere de hambre”, solo que ahora la vieja pandemia de la ignorancia resurge con mayor ímpetu, corrompiendo la inocencia y la buena fe. Es la mediocridad “politiquera” que enferma, que brota del “poder moscovita”.
La “mayoría” de la gente, orgullosa por detentar y ser parte del poder, por falsas idolatrías que la enceguece, pierde la noción de realidad, no importa si la ley es buena o mala, todo es igual. Su apoyo imprescindible a grandes eventos y fracasos políticos, no la deja salir de la postración e ignorancia.
Se dice que somos un “país independiente”, pero ¿de qué?, ¿del gobierno del partido?, ¿de los poderes establecidos?, ¿de las consecuencias de 14 años de jolgorio y despilfarro?, ¿de la deficiente estructura institucional?; ¿del paupérrimo cultivo cultural?; ¿de la deficiente educación y la decadente salud? ¿Dependemos de los avasallamientos a las reservas forestales y parques nacionales?, ¿del gas que se desvanece?; ¿de las grandes deudas?, ¿de una minería acabada? ¿Dependemos de una monstruosa justicia y una policía corrupta de grandes tentáculos, de una inseguridad pública de terror?; ¿de los avasallamientos a la propiedad privada?; ¿de la informalidad y el contrabando?; ¿de los permanentes bloqueos de caminos?, ¿del inexistente ordenamiento territorial sin mapeo real? ¿Dependemos de una permisible violencia y criminalidad?, ¿del narco partido; del tráfico de derogas y su vínculo con el MAS?, ¿del guía y líder conocido, eslabón en la cadena internacional del narco?
Todos van tras su real identidad, aimaras 500 años buscando sus raíces, al igual la clase media mestiza, pero no las encuentran, simplemente no existen, lo que nos obliga hablar por lo menos de la “Conciencia nacional”, no la conocemos, pues la comunidad no logra cubrir sus necesidades, unos tienen más, otros menos, el resto nada. Será mala la distribución equitativa de los recursos, brecha que genera aislamiento de muchas comunidades, prefieren la migración a las ciudades, pues qué propósito común puede surgir. Mejor dicho, qué “Objetivo nacional” surgiría de las necesidades del pueblo. Pero es el faro o guía para gobernantes y la nación, orientaciones vitales de sobrevivencia, sin esto se pierde la “Cohesión de los pueblos”, se hizo muy poco o nada en esta constructiva dirección. Peor en cuanto a los “Intereses nacionales”, buscando nuestros derechos, poderes que planteen recursos o territorio, lucha geopolítica. Hay ausencia total de todo lo planteado, tratando de crear “Unidad nacional”, metas y fines, la fuerza espiritual inmanente en el pueblo. El Estado debe alcanzar metas mediatas de acuerdo con las condiciones humanas, duradera seguridad y bienestar, ahora polarizadas, fragmentadas, dispersas, politizadas y de prebenda, ¿vamos a seguir acostados en el hueco?, qué futuro nos espera.
Si de algo vale nuestra reflexión, pensemos en si logramos el Objetivo nacido de la población, actuar con entereza y suma voluntad. Debemos descubrir nuestras cualidades y calidad de personas, olvidemos eso de “entre el indio bueno y el blanco malo, el peor es el “cholo”, somos un pueblo de valientes, no de miedosos, flojos, ni muy pacifistas, nos falta el “sentimiento de pertenencia”, miremos hacia adelante y no atrás.
Retornar al Litoral es cosa pérdida, por una decisión hormonal se hizo una demanda que requería por lo menos dos años de preparación, investigación y escoger a excelentes juristas. Así naufragó la última esperanza, fue “traición a la Patria”. Ganamos el título de país de “semisalvajes”, perdimos la oportunidad de ser parte de vías transoceánicas del norte y sur del país, nos marginaron por las debilidades y vulnerabilidades nacidas en los últimos 15 años.
Morales “desgració” al país, robó su espíritu, destruyó la institucionalidad, creó un zoológico de “elefantes blancos”, agrandó su “chaco o hacienda”, despilfarró los dineros del pueblo, quedando atrapado en el deleite idolátrico, por ignorancia convirtió sus ovejas en ciegos, apáticos e indiferentes, sin amor por su terruño. La Sra. Añez nos re-desgració. Pero Evo es tan cínico y no escatimará la forma de desplazar al actual Presidente, sin que le importe destruir todo.