viernes, noviembre 15, 2024
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Violencia en la familia y enfoque sobre re-victimización

La violencia hacia la mujer es un tema frecuente en las familias bolivianas y es lamentable ver a los agresores incurrir en feminicidios. La mujer, como parte de un grupo vulnerable, es víctima de agresión de la pareja con quien comparte su vida, por otra parte, esa agresividad puede haber sido originada en un momento de la niñez del agresor.
El Estado debe garantizar la protección de las personas, a través de las instituciones públicas de atención a la población, como la Policía Boliviana, mediante su organismo de investigación, la FELCV, Ministerio Publico, órganos judiciales y otros. Asimismo, según el artículo 251 de la Constitución Política del Estado, la institución policial es la encargada de defender a la sociedad, por lo tanto, debe prevenir e intervenir ante toda acción violenta en contra de la mujer.
La Ley 348, “Ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia” establece que la FELCV, organismo especializado, se encarga de la prevención, auxilio e investigación, identificación y aprehensión de los presuntos responsables de hechos de violencia contra las mujeres y la familia.
También la Ley 348 hace mención a la “no re-victimización”, ya que, según el psicólogo Raúl Sánchez, abogado en política criminal y docente de la universidad del Rosario, re-victimización, victimización secundaria o doble victimización es el proceso mediante el cual se produce un sufrimiento añadido por parte de instituciones y profesionales encargados de prestar atención a la víctima (sea por malos tratos o violencia de género, secuestros, abusos sexuales, etc.) Es decir, las instituciones públicas que investigan el hecho violento no deben re-victimizar a la mujer.
La re-victimización implica que la mujer sea doblemente víctima, cuando recurre a los servidores públicos y recibe un trato incomprensivo, inadecuado e injusto y que incluso es amonestada por hacerla responsable de lo ocurrido, haciendo revivir un nuevo maltrato. Con esta nueva victimización por parte de estas instancias públicas, lo mínimo que espera la víctima en esos momentos es ayuda y apoyo.
La violencia contra la pareja es una conducta temporal, que suele ser denunciada luego de varios sistemáticos malos tratos. Y cuando los organismos públicos toman conocimiento de la situación, su actuación debe centrarse en interrumpir la victimización, para proteger de manera eficaz a las víctimas.
Los servidores públicos de cualquier unidad policial que intervienen ante hechos violentos de pareja deben ser eficaces para evitar la re-victimización, proporcionando seguridad a las víctimas de violencia, en cualquier género. Además de la intervención policial como representante del Estado, la atención a las víctimas es un cometido muy importante.
Es esencial que los funcionarios públicos policiales den respuesta con la máxima sensibilidad, calidad y eficiencia a las víctimas, pues lo contrario significaría que al escuchar las preocupaciones de una mujer y no hacer algo, fracasarían en dar protección y apoyo y estarían contribuyendo a la re-victimización.
Si con anterioridad una mujer recurrió a la Policía y obtuvo una respuesta inapropiada, el escepticismo se apoderará de ella y es probable que se resigne y no denuncie la agresión. Así se puede generar escenarios muy preocupantes de re-victimización e injusticia para ese universo de víctimas de violencia, lo cual es repudiable, desde todo punto de vista.
¡Luchemos contra la violencia de género y la re-victimización!

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