Tras vender horneados (panes) los fines de semana en Porongo, municipio rural de Santa Cruz, una joven emprendedora logró comprarse una motocicleta para ampliar su negocio. Así, ya no vendía sus productos solo dos días, sino que todos los días llevaba su mercadería a diversos puntos del pueblo y a comunidades aledañas, con el fin de incrementar sus ingresos.
Ella forma parte de uno de los 85 emprendimientos liderados por adolescentes y jóvenes que hay en ese municipio, estos abarcan diversas áreas relacionadas al turismo. Los negocios nacieron a partir del proyecto Oportunidades para alcanzar sueños de Plan International Bolivia (PIB), que promueve el empoderamiento económico e igualdad de adolescentes y jóvenes, en especial mujeres.
Este proyecto -que nació en 2019- se implementa en seis municipios del país: Collana y Jesús de Machaca (La Paz); Camargo y Villa Charcas (Chuquisaca); y Santa Cruz de la Sierra y Porongo (Santa Cruz). Tiene la finalidad de contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de adolescentes y jóvenes, entre 15 y 24 años.
La oficial de Programas de PIB, Juana Benavides, explica que el proyecto aporta a las capacidades técnico-productivas de adolescentes y jóvenes para que accedan a fuentes de empleo, ya sea desde el emprendedurismo o la empleabilidad.
También se fortalece las habilidades blandas para la vida, como por ejemplo mejorar la autoestima, principalmente de las adolescentes. “Se ha trabajado mucho con las niñas en sesiones de autoestima, violencia y prevención del embarazo, porque a partir de haber trabajado con madres adolescentes, nos enseñó que el embarazo a temprana edad es un problema latente”, cuenta Benavides.
Otro trabajo que se realiza es con los gobiernos municipales para que puedan apoyar los procesos de empoderamiento económico de sus poblaciones juveniles.
“Trabajar con otras instituciones, tanto públicas como privadas, nos ha permitido pensar que esto continúe con o sin nuestras instituciones, y que se generen políticas públicas”, acota René Salmón, director de la Fundación Trabajo Empresa, institución socia implementadora de PIB, la cual es la encargada de operativizar las acciones del proyecto en Santa Cruz.
EMPRENDER,
UN DESAFÍO
Para iniciar un negocio por cuenta propia se debe tomar en cuenta habilidades relacionadas con la actividad en la que se incursionará, pero también se debe conocer aspectos vinculados al modelo de negocio, contaduría, entre otros. Todo ello ofrece el proyecto. En el área de emprendimientos, además de guiar la construcción de propuestas solventes, PIB brinda apoyo con capital semilla para que jóvenes den los primeros pasos.
Las y los jóvenes que se formaron e iniciaron su negocio aceptaron ese desafío. En el caso de Santa Cruz, la mayor parte de participantes lograron emprender. “Encontramos jóvenes que querían aprender y desarrollarse como personas y les dimos las herramientas”, dice Salmón, quien considera que los resultados han sido muy favorables. Además, destaca la participación de las mujeres; cuenta que el 70 % de las personas beneficiadas son emprendedoras. (Santa Cruz, ANF)