jueves, septiembre 26, 2024
InicioSeccionesOpiniónReputación corporativa, un importante factor de diferenciación

Reputación corporativa, un importante factor de diferenciación

Una buena gestión de la reputación empresarial puede ser una gran ventaja competitiva.
La revolución informativa provocada por las nuevas tecnologías y la crisis financiera internacional ha acelerado las tendencias y cambios sociales. Ahora las relaciones entre las empresas, los mercados, los reguladores y los ciudadanos son más complejas, y han hecho de la reputación corporativa un factor clave.
La reputación corporativa es protagonista de un nuevo paradigma, ha nacido un nuevo concepto de liderazgo basado en la buena reputación, en el reconocimiento que los demás otorgan a una empresa, institución, país o profesional. Asistimos a un cambio de paradigma, a un nuevo ciclo económico al que se denomina “Economía de la Reputación”.
La reputación es la creación de valor, donde solo la creación de valor compartido y equilibrado permitirá un crecimiento sostenible y capaz de generar cohesión social. Se trata de un entorno en el que cambia el rol de la empresa y la relación tradicional de poderes.
La revolución informativa provocada por las nuevas tecnologías ha acelerado las tendencias y cambios sociales introduciendo una creciente complejidad en las relaciones entre las empresas, los mercados, los reguladores y los ciudadanos, haciendo que, por primera vez, los empresarios de todo el mundo se dieran cuenta de que la reputación mal gestionada puede hacer desaparecer una empresa. Hoy sabemos que la reputación atrae consumidores, capital, talento, facilita la internacionalización y permite alinear los intereses y voluntades de toda la organización para conseguir los objetivos de negocio.
Si bien el desarrollo de las áreas de gestión de la reputación corporativa es todavía incipiente en el tejido empresarial (apenas el 35% de las empresas bolivianas cuentan con un área o función específica), la gestión de los asuntos corporativos, ya es el asunto de mayor relevancia en la agenda de los principales ejecutivos. Y es que la reputación, entendida como el conjunto de evaluaciones colectivas suscitadas por la organización en sus grupos de interés que motivan conductas capaces de generar valor, se ha convertido en el único camino para alcanzar la excelencia, la residencia, la reactivación y se traduce en mayor crecimiento y rentabilidad de la empresa.
El punto de partida es comprender que la reputación corporativa, es un sentimiento positivo que integra tres vectores enormemente relevantes: la admiración, la estima y la confianza que las personas sienten hacia otra persona, empresa, institución, país, etc. Ese sentimiento positivo se traduce en comportamiento favorable por parte de los principales stakeholders hacia las empresas e instituciones. Esta estrategia corporativa positiva se ha convertido hoy en un factor determinante para el futuro de empresas e instituciones en la era de la información, la conectividad y las tendencias internacionales.
La Reputación es la creación de valor en las empresas. En la “Economía de la Reputación”, las organizaciones están tratando de fijar su mirada en la creación de valor sostenible y a largo plazo. Así se está desarrollando un nuevo paradigma de gestión más relevante a nivel nacional e internacional. Este cambio solo es posible introduciendo en la gestión indicadores no financieros junto con los tradicionales indicadores financieros. De entre ellos, la reputación se está consolidando como un indicador clave para entender la fortaleza de las relaciones entre una empresa y sus grupos de interés, el logro de resultados y el crecimiento sostenible.
El invertir en la reputación corporativa es una inversión en la creación de una ventaja comparativa diferenciada, que sin duda crea un valor altamente positivo en las corporaciones, que hoy debe ser un enfoque principal en las mesas de toma de decisión en la alta dirección.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES