El 6 de septiembre me sentí como pez en el agua, cuando junto a mujeres emprendedoras de Cochabamba, a las que capacitaba en el taller de oratoria, organizado por el Banco Económico en su programa Red Mujer en espacios gratuitos que están contribuyendo positivamente al crecimiento personal y profesional de miles de personas, en el momento de escoger el tema de la práctica del discurso, eligieron una problemática que nos unía a todas empáticamente: Los impuestos como contribuyentes formales al Estado.
Esas emprendedoras de las que hablo persiguen el sueño de ser económicamente independientes, para tener la libertad de disfrutar calidad de tiempo con sus hijos y no depender de un horario, aunque muchas veces se trabaja más que un asalariado para generar más ingresos.
El discurso dice así:
“Presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce.
Presidente del Servicio de Impuestos Nacionales, Mario Cazón.
Empresarios y Emprendedores.
¡Muy buenos días!
La gestión 2021 alcanzó a Bs. 35,901.2 millones, 9.4% más que la obtenida en 2020 (Fuente: Memoria Anual del SIN 2021, pág. 22). De este monto somos miles de emprendedores con empresas unipersonales (3 de cada 4 empresas) que contribuimos a impuestos nacionales aportando al desarrollo económico de Bolivia, generando miles de empleos directos e indirectos.
Nos sentimos totalmente olvidadas, sin apoyo del gobierno, que no colabora a impulsar nuestros negocios después de sobrellevar una crisis económica, por efecto de la pandemia del Covid-19, con reprogramación de créditos en los bancos.
Declaré mi formulario de ventas de agosto sin movimiento, mis compras fueron de Bs. 3.000, mis obligaciones en mi pequeño negocio con carga social ascienden a Bs. 7.000. Para cubrir esto tuve que pedir préstamo a un socio. Aparte están los gastos mensuales familiares (pensiones de colegios, por servicios, salud, alimentación y alquiler de vivienda, entre otros).
¿Alguna vez se pusieron en los zapatos de este grupo de la población que somos parte del motor económico?
Por lo expuesto, en nombre de las emprendedoras de Bolivia tengo algunos comentarios y expongo muy resumidamente la siguiente propuesta para aliviar nuestras espaldas, adoloridas por la gran roca que cargamos mes a mes al tributar:
1. Amnistía tributaria en el primer año de inicio de actividades del negocio a todos los contribuyentes con capital menor o igual a 20 mil dólares, hasta que nuestro emprendimiento adquiera un movimiento económico activo, con una cartera de clientes razonable.
2. Declaraciones tributarias trimestrales, a partir del segundo año.
3. En el tercer año declaraciones juradas mensuales.
4. Renovación de los talonarios de facturas una vez al año y no dos veces como ocurre ahora.
5. Así como cumplimos las emprendedoras mensualmente con el Estado, exigimos que las influencers tributen, porque ganan miles de dólares por publicidad, con solo postear y etiquetar empresas en sus redes sociales.
6. Capacitaciones presenciales en llenado de formularios. El sistema en su portal web dice supuestamente “Facilito”, que de “facilito” nada tiene, ya que cada que voy a las oficinas del SIN el funcionario se siente agobiado por tantas preguntas que le hago.
7. Difusión de información clara y oportuna sobre sanciones, beneficios y nuevas disposiciones.
Esperamos que hayan escuchado conscientemente estos reales y genuinos pedidos acerca del esfuerzo y trabajo que realizamos para contribuir con nuestros impuestos a mejorar la calidad de vida de la gente en educación, salud e infraestructura del país en el que vivimos.
“Los grandes logros de cualquier persona, generalmente dependen de muchas manos, corazones y mentes” (Wálter Elias Disney).
¡Muchas gracias!”.
Eso es en cuanto puedo informar, señores autoridades, respecto a lo que pasó en este curso. Mis alumnas emprendedoras ahora ya saben estructurar un discurso en saludo protocolar, introducción, desarrollo (problemática y propuesta) y cierre con despedida reflexiva. Enseñar a mujeres y hombres de mi país lo que he aprendido en mi profesión, sean funcionarios públicos o del sector privado, me hace muy feliz porque lo hago con pasión y entusiasmo, como profesional y patriota que amo a esta tierra Bolivia.
La autora es comunicadora social, emprendedora y capacitadora.