Las metodologías de manipulación genética son muy complejas y se adecúan a las exigencias de cada caso. A continuación se ilustrarán algunas de la forma más simple posible, para facilitar su comprensión.
Enzimas de restricción
Esta técnica se basa en el empleo de las llamadas enzimas de restricción, las cuales tienen la capacidad de identificar una sucesión determinada de ADN y sacarla del resto de la cadena. Otra tipo de enzimas, las ligasas, se usan para colocar de nuevo el ADN en el núcleo de las células.
Fundamentalmente, las enzimas de restricción trabajan como una “tijera de ADN” a la vez que las ligasas funcionan de “pegamento” para insertar el ADN.
De esta forma es viable fragmentar la sección de ADN que se requiere y reinsertarse en otro organismo, o en otra porción de la cadena de ADN.
Vectores
Se conoce como vector dentro de la ingeniería genética, a una réplica del material genético que se encuentra dentro de la célula huésped. Esto posibilita tener múltiples copias de ADN, lo que aporta gran cantidad de material genético confiable para trabajar.
ADN polimerasa
Últimamente se descubrió otra enzima utilizada en ingeniería genética. Es la ADN polimerasa, la cual funciona parecida a los vectores, con la diferencia de que se copia el ADN de manera exponencial, en una reacción en cadena.
Los seres vivos están conformados por miles de millones de células con idéntico material genético. Las cadenas de ADN la conforman cuatro factores llamados nucleótidos: Adenina (A), citosina (C), guanina (G) y tiamina (T).
Estos cuatro elementos se aparejan creando las cadenas helicoidales, las cuales son únicas en cada especie. A través de la conversión de estas cadenas de ADN, es factible la manipulación genética de organismos vivos.
¿Cuáles son los riesgos de la Ingeniería genética?
Uno de las primeras dificultades que genera la ingeniería genética es la falta de conciencia por resultados adversos que puedan provocarse. Esta conducta se produce en vista de que el interés por la ingeniería es superior a la conciencia y a la moral de las personas.
Las entidades alteradas genéticamente pueden transferir sus transgenes. Si la transformación genética se “escapa” es imposible pronosticar la conducta de los nuevos genes.
Dentro de los posibles riesgos que se pueden correr por aplicación o accidente de la ingeniería genética tenemos:
* La posibilidad de que algunos cultivos transgénicos se transformen en plagas y hiervas infectantes.
* Los virus que hayan mutado podrían ser perjudiciales para la salud; y quizás no haya cura descubierta para ello.
* Aumento de la contaminación química
* Contaminación del suelo por saturación de la toxina Bt.
Transgénicos y el cáncer, ¿es realmente un peligro?
Partiendo de un experimento hecho con ratas se reveló que los alimentos transgénicos, además de producir alergias, también pueden producir cáncer. Todos estos riesgos pueden incrementarse en la medida que los vectores virales se usen con frecuencia.
Por otra parte, se debe impulsar el principio de que los alimentos transgénicos deben ser tan seguros como sus equivalentes tradicionales de los cuales provienen, y que no debería comercializar ningún producto que no haya superado un despistaje amplio y adecuado de seguridad.
Actualmente, luego de casi treinta años de operación genética, al parecer el riesgo no es tan letal como se pensaba. Se han ejecutado a la fecha miles de emanaciones controladas de microorganismos manipulados, al medio ambiente, sin haber producido desastres ecológicos.
Sin embargo, el principio de cautela debería ser aplicado para el adelanto de cultivos o alimentos modificados ya que se desconocen los riesgos que presentan para el medio ambiente o la salud del ser humano.