Es urgente detener el robo de minerales

Nos referimos a un problema de mucho tiempo, que despertó muchas reacciones, propósitos e intenciones para solucionarlo, pero continúa vigente. Las preguntas de siempre fueron: ¿cómo y cuándo será posible evitar este delito? ¿Quiénes harán que eso sea posible? Muchos han sido los intentos para detener el robo de minerales, empezando por el llamado “jukeo” de los quechuas y terminando con el “lunthata” de los aymaras. Mucha gente vive del robo de minerales de las empresas públicas y en las privadas; lo extraño es que cuando se apresa a alguno de los ladrones y se hace las denuncias, el detenido no permanece en la cárcel siquiera unas horas. Todo muestra que los ladrones viven amparados –o son cómplices o socios– de grupos muy bien organizados que siempre salen airosos al cometer robos, porque las utilidades logradas son contadas por millones de dólares anuales, sin que se pague regalías o impuestos, tampoco sueldos, ni salarios ni seguros sociales, no se contrae alguna obligación para beneficio de quien trabaja y menos para el Estado.
No debería ocurrir que semejante latrocinio se produzca impunemente y que los autores repitan sus delitos, además de contagiar a otros para que cometan similar falta contra los intereses del Estado. Corresponde recordar que los integrantes de bandas dedicadas a ampliar las fronteras de la criminalidad, buscarán siempre aumentar sus delitos, por ser factor importante para su existencia. Y es que, cuanto más rédito produzca su actividad ilegal, se fortalecerá más el imperio del crimen, conforme avance la delincuencia no solamente para contar con más riquezas, sino hasta alcanzar situaciones políticas que le abra las compuertas de poderes incalculables, en el concierto mundial delictivo.
La tenencia de minerales en cualquier parte es causa de jactancia, porque siempre se los necesita y cuyas cotizaciones suben en los mercados y hasta dan a los poseedores la condición o categoría de contar con mucho poder. Asegurar la propiedad de cualquier mineral es poseer un seguro que siempre da utilidades, sin demandar el paso de primas o comisiones de mercado. En tal situación se dice: “tenencia de metales garantiza vida y seguridad, fortaleza y esperanza, confianza y fe para alcanzar hasta lo más apetecido”. Este tipo de pensamiento abre, pues, hasta caminos impensados, dependiendo todo de cómo son manejadas las compuertas de lo que hay detrás de ellas. Varios países han cifrado su poder y futuro en la acumulación de minerales.
Finalmente, es necesario que se informe sobre cantidades decomisadas, que se dé datos precisos respecto a razones que se tuvo para cerrar el Banco Minero, que se dedicaba al rescate de minerales. La falta de información precisa y oportuna es también causa o razón de crecimiento de la minería ilegal, lo que el gobierno debería corregir, además de reabrir el Banco Minero, cuya labor era muy importante para la compra legal y cumplimiento de normas en beneficio fiscal.