domingo, noviembre 17, 2024
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6 claves para superar el estrés laboral

Por: Valeria Sabater

Te cuesta llegar a todos los objetivos que tienes en tus jornadas? ¿Sufres estrés laboral? Un modo de ganar en salud, en bienestar y en productividad es practicar mindfulness en el trabajo. Gracias a la atención plena nos centramos en lo importante, ganamos en confianza e incluso podemos reducir ese agotamiento mental y emocional que tantos muros pone a nuestro rendimiento.
Todos hemos oído hablar del mindfulness. De hecho, es tan común leer este término en casi cualquier espacio o revista que por un momento podemos llegar a pensar que es una moda más, como lo es el spinning, el crossfit o incluso los batidos detox. Ahora bien, no debemos equivocarnos, esta técnica de meditación y de atención plena se utiliza ya en el ámbito clínico como una técnica terapéutica más para diversos fines.
“Los sentimientos van y vienen como las nubes en un cielo ventoso. La respiración consciente es mi ancla”. Desde que Jon Kabat-Zinn, un doctor en biología molecular del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) popularizó en occidente esta estrategia de meditación budista, su impacto no ha hecho más que crecer. Para justificar sus beneficios, Kabat-Zinn aportó rigurosas pruebas científicas sobre cómo el mindfulness había generado grandes cambios en grupos poblacionales sometidos a un elevado estrés (reclusos en cárceles, entornos laborales con una alta presión, personas con dolores crónicos…).
El mindfulness no es una moda, es una técnica de salud y bienestar que está ganando cada vez más espacios y reconocimientos. De hecho, resulta especialmente útil para prevenir recaídas en pacientes que han superado una depresión. Por tanto, nunca está de más darle una oportunidad. Probar su utilidad en un escenario laboral, puede suponer sin duda un antes y un después. Veámoslo con mayor detalle.

Mindfulness en el trabajo
¿en qué nos puede ayudar?
David Lynch, conocido director de cine, guionista y artista, suele escaparse de sus propios rodajes varias veces al día para buscar una habitación en silencio o un espacio exterior que le produzca calma. “Huye” para meditar durante unos minutos, porque solo así logra sacar mayor partido de su mente para afinar la creación, para resistir la presión y reencontrarse consigo mismo.
Queda claro que ninguno de nosotros somos David Lynch, y que nuestros trabajos, sin duda son algo más mundanos: una oficina, una fábrica, un taller, un colegio, un taxi, habitaciones de hotel o de hospital que limpiar, pacientes que atender, productos que comercializar o promocionar… Ahora bien, sea cual sea nuestra ocupación, sea cual sea nuestra rutina, todos estamos sometidos a la presión, a la ansiedad y a tener que gestionar múltiples estímulos a la vez.
Si damos el paso, si nos damos la oportunidad de practicar Mindfulness en el trabajo puede ayudarnos a alcanzar el bienestar.

Beneficios del Mindfulness
Nos permitirá estar más concentrados en lo que hacemos dejando a un lado la hiperestimulación del entorno.
Nos ayudará a tener mayor claridad mental para ser más ágiles a la hora de reaccionar, de tener ideas, de sacar más partido de las situaciones.
Manejaremos mucho mejor el estrés y la presión.
Ganaremos confianza en nosotros mismos, nos centraremos en el propio yo para definirnos, para poner límites y anticipar oportunidades.
Nos sentiremos más autónomos para actuar, para tener el control de las situaciones.
Podremos potenciar las sensaciones/emociones positivas para mejorar las relaciones con los compañeros o más aún, relativizar aquello que nos molesta o que no podemos cambiar.

¿Cómo podemos aplicar
el Mindfulness en el trabajo?
Antes de poner en práctica las estrategias que seguidamente vamos a especificar sobre cómo aplicar el Mindfulness en el trabajo, conviene tener claro un sencillo aspecto. Nadie aprende a meditar o a practicar la atención plena en una semana o en dos. Esta práctica, esta disciplina requiere tiempo y ante todo voluntad. Pensemos antes de nada que los pensamientos tienen control sobre la mente y el cuerpo, y que un modo de reorientar nuestro enfoque mental hacia un escenario de paz y equilibrio es entrenándolo en el Mindfulness.
Estas estrategias podrán ayudarnos.

Tu objetivo
Antes de ir al trabajo, toma una decisión sobre qué quieres conseguir ese día, define, clarifica tu objetivo (puede ser algo tan simple como hacerlo todo bien y volver a casa sin estrés y sin que nada nos preocupe).

El aquí y ahora
Una vez en tu entorno laboral, sé siempre consciente del momento presente, de lo que ocurre en el aquí y ahora. Céntrate en lo que estás haciendo, y no en lo que comentan los compañeros, en el sonido de la calle, en ese mensaje que esperas en tu móvil, en lo que vas a hacer mañana o al llegar a casa…

Reinicia tu mente
cada poco tiempo
Realiza descansos mentales de 1 minuto. Si hay algo que todos sabemos es que no está en nuestra mano abandonar nuestro puesto de trabajo para salir a meditar durante 20 minutos cuando así lo necesitemos. Sin embargo, podemos entrenar nuestra mente para lo siguiente: cada 40 minutos o media hora, descansaremos la mente 1 minuto. Para ello, sitúa la mirada en un punto relajante y respira en profundidad, toma aire e inspira… Durante esos 60 segundos, no pienses en nada. Vacía presiones, vacía preocupaciones.

No a la multitarea
Si hay algo común en cualquier entorno de trabajo es la multitarea: una llamada, un correo, ir aquí, hacer esto, pensar en aquello, resolver, decidir, comunicar… Si hacemos esto, si la mayoría de personas nos dejamos llevar por este tipo de costumbre es porque pensamos que al hacer muchas cosas a la vez resultamos más productivos, cuando en realidad no es así.
Por tanto, una clave esencial del Mindufulness en el trabajo es que hagamos una sola cosa cada vez y nos centremos en ella. De este modo, evitaremos errores, descuidos y el resultado final será más óptimo.

Pon el estrés a tu favor
Muchos de nosotros pensamos que no hay peor enemigo para el trabajo que el estrés. Ahora bien, esa activación interna, bien controlada y bien manejada puede ser nuestro aliado en muchos aspectos: ofrece motivación y activación, nos permite estar alerta y preparados.
Ahora bien, el nivel de estrés debe situarse en un punto intermedio, donde actúe de estímulo y no de enemigo. Por ello, debemos ser siempre conscientes de dónde está nuestro límite.

Acepta aquello
que no se puede cambiar
Un punto muy interesante que nos recuerda el Mindfulness en el trabajo es que debemos aceptar todo aquello que no podemos cambiar. Por ejemplo, no sirve de nada enfadarse cada día con ese compañero que siempre llega tarde, con ese jefe que siempre está de mal humor, con esa compañera que solo trae rumores y no buenas ideas…
Lejos de darnos golpes contra la pared ante ciertas dinámicas y actitudes, lo mejor es aceptarlas. Ahora bien, aceptar no es rendirse, es tomar conciencia de una realidad para actuar de acuerdo a ella con seguridad y tranquilidad. Al fin y al cabo, otra idea que nos trae también el Mindfulness en el trabajo es que procuremos siempre ser optimistas. Una visión positiva sobre las cosas nos quita muchos pesos y nos hace más libres.
Apliquemos por tanto estos consejos en la medida que nos sea posible: los resultados pueden sorprendernos.

EL MINDFULNESS LABORAL ES UNA PRÁCTICA QUE REQUIERE TIEMPO Y ANTE TODO VOLUNTAD.
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