La libertad de expresión, bien supremo de toda la humanidad, ha sido violada nuevamente y es víctima de quien, a través de muchos años, cree ser propietario hasta del aire que se respira: el presidente Ortega que ya tiene muchos cargos en su contra por atentados a las libertades de su pueblo y muy especialmente a la libertad de expresión que es derecho inmanente de las libertades del ser humano en sus diversas acepciones –prensa, radio, televisión, medios alternativos o cualesquiera formas de sentir, mostrar, demostrar, exponer o expresar al hombre su forma o medio de ser y enseñar lo que es alternativo como propiedad y derecho de toda la humanidad que, por siempre, se cuida por ser propiedad y muestra de todo derecho humano. Según el presidente Ortega, que “anuló el aire libre disponible” de CNN para todos los nicaragüenses, él, dictador de Nicaragua, puede suprimirle permisos para que CNN pueda ser oída y vista libremente, atenida a la libertad absoluta que, al igual que todos los demás países en democracia, puede tener disponible.
¿Quién y qué es el señor Ortega para decidir hasta la propiedad del aire? ¿Con qué derecho, o permiso especial se permite creer que todo está librado a su voluntad? ¿No sería prudente, honesto y honrado que él –tal vez sólo dueño de lo que viste y calza– devuelva y respete los derechos que ha conculcado a los nicaragüenses?
Los derechos de Nicaragua son propiedad de todo el mundo porque de esos derechos gozan todos los hombres dignos de vivir en democracia y libertad. Ortega, en el sentir de todos los hombres, sólo puede ser persona grata para violadores y conculcadores de libertades y derechos; no tiene derecho alguno para creer que “hasta el aire le pertenece” por confesar que él no es digno de ese beneficio de la naturaleza.
Ortega y sus seguidores deberían estar convencidos de que la libertad de expresión (libertad de prensa en todas sus acepciones) es propiedad de todos los seres humanos y nadie, por poder que tenga o detente, puede violentarla, violarla o ignorarla o tener dominio sobre ella que es la expresión máxima de las libertades que son sinónimo de justicia, democracia, dignidad, honradez, y sentido de responsabilidad que deben ser características de todo ser humano. Violar la libertad de expresión (prensa en general) es atentar contra todo lo que se considera libre consciente y responsable a todo lo que se aferra al buen vivir de la humanidad.
La libertad de expresión para el hombre es seguridad y garantía en pro de lo que es urgente y necesario para la humanidad; sus beneficios alcanzan a todos los hombres con vocación de libertad porque prensa es, pues, instrumento de todos los medios que se ocupan en el mundo para que primen, sobre todos los intereses, todo lo que importa al hombre puesto que no puede haber democracia ni justicia sin prensa libre e independiente que en resumen es fortaleza de lo creado por Dios para beneficio de la humanidad.
El aire de CNN es bien digno y respetable del hombre, su vigencia y fortaleza es muro de contención que frena a quienes buscan derribarlo porque sus cimientos se llaman libertad, justicia, democracia y límpida conducta en servicio del bien común. Institucionalmente, toda la prensa y, profesionalmente los periodistas, estamos con CNN, y no aceptamos ningún mal o contrariedad para ella porque el ejercicio del periodismo es servicio y amor que nada puede coartar. Nuestra solidaridad y apoyo total que implican reiteración de una vocación inquebrantable en servicio de la libertad, la justicia y la democracia.
Ortega, tirano de Nicaragua, creído de que el aire es suyo
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