Cerca al Bicentenario de la Independencia y fundación de nuestra Patria, es imperativo recuperar constitucionalmente el concepto de República de Bolivia, desechando el actual nombre de Estado Plurinacional.
En efecto. Lo plurinacional, dispersa la unidad nacional y esconde en sí la posibilidad de que cualquiera de las actuales “naciones” opte por su independencia territorial.
Además, el nominativo de “Estado Plurinacional”, desde su creación en enero 2009, genera una visión negativa a nivel internacional porque nos encasilla en un eterno subdesarrollo que arrastramos desde la Colonia.
Y consolida en pleno Siglo XXI, la tipificación colonialista de que seguimos siendo hasta hoy, un grupo de etnias, pero de ninguna manera una sola Nación próxima a festejar sus doscientos años.
Viene a propósito, una esclarecedora encuesta difundida por un matutino local, en la que apenas un 26 por ciento de la población rural, se identifica como indígena.
La Encuesta de Hogares 2021 (INE), afirma que el 26,5 por ciento de los consultados dijo pertenecer a una nación o pueblo indígena.
Es decir, una minoría se cobija en el calificativo antihistórico y peyorativo de etnia, mientras que más de un 70 por ciento de encuestados en el área rural se reconoce ciudadano boliviano.
Opinión que respalda, precisamente, el concepto de que todos los nacidos en el territorio nacional, somos bolivianos, a despecho del catálogo colonial que hoy sobrevive y nos divide sin importar que Bolivia es país independiente y libre desde 1825.
Pensemos, pues, en el retorno a la República de Bolivia, reconociendo que todos los pueblos y ciudades somos libres desde la Independencia de nuestra Patria y nos reconocemos todos como bolivianos.
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