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11 de octubre Día de la Mujer Boliviana

Cada año gracias a la presidenta de Bolivia Lidia Gueiler, durante su corto mandato en 1980, quien dictó un Decreto Supremo instituyendo el 11 de octubre como Día de la Mujer Boliviana, en memoria de Adela Zamudio. Desde esa fecha se conmemora los aportes e ideales de la escritora y se reconoce el esfuerzo y dedicación de la mujer y su aporte a la familia y la sociedad; además se reconoce el esfuerzo y dedicación de la mujer y su aporte a la familia y la sociedad.

 

Sin embargo, se deben considerar algunos antecedentes. El presidente René Barrientos también rindió homenaje a la Mujer Boliviana y en 1969 entregó la medalla de Oro a Nora Siles, médica voluntaria que creó el hospital para leprosos en la localidad de Los Negros. A la vez, se instituyó un día de la mujer, que fue olvidado con el tiempo.

 

En el corto mandato de Gueiler Tejada, se logró imponer el festejo, pero además de ser un día de asueto para las mujeres bolivianas también se constituyó en una tradición nacional.

 

La lucha contra la violencia, la igualdad en temas laborales y económicos, el acceso a empleo, así como la repartición de los deberes de la casa son algunos desafíos que marcan el Día de la Mujer Boliviana, que se recuerda cada 11 de octubre.

 

Adela Zamudio (1854-1928)

 

Adela Zamudio nació en Cochabamba, el 11 de octubre de 1854; estudió hasta tercer año de primaria porque esa era la máxima instrucción que se le permitía a la mujer de su época. Sin embargo, Adela continuó instruyéndose a través de libros y otras fuentes culturales de España.

 

Adela llegó a ser profesora y directora de la primera escuela laica en Bolivia. En 1911, fundó la primera escuela de pintura para señoritas y otra igual para niños del suburbio. Luchó por la emancipación intelectual y social de la mujer.

 

Sintiéndose aislada e ignorada, utilizó el seudónimo “Soledad” para escribir poesías en las que denunciaba la injusticia social que sufría la mujer. Se destacó no sólo en la poesía, sino también en la narrativa, en las que reflejaba la realidad de su época.

 

Es considerada como la “pionera del feminismos boliviano” ya que esta maestra cochabambina, además de su pasión por la lírica fue una luchadora inclaudicable por los derechos de la mujer.

 

Hay hechos de los cuales fue protagonista la insigne dama y que los marca la historia por la relevancia que tienen y los cambios que sus ideas y decisiones produjeron en la sociedad. Se enfrentó a la Iglesia propugnando la educación laica, planteó también la separación del derecho civil y el matrimonio por la Iglesia, también apuntó como derecho femenino la opción al divorcio. Se caracterizó por sus ideas liberales y su defensa de los derechos civiles. Se rescata un proficuo archivo de poemas románticos y escritos revolucionarios, toda una prueba de una entrega total en pos de la reivindicación femenina.

 

De aquellas ideas han tomado ejemplo otras mujeres y en el correr del tiempo se ha logrado algunos avances significativos en materia de equidad de género y en reconocimiento a los derechos femeninos, aunque muchos planteamientos todavía siguen en la lista que no se cumple para respetar los derechos de la mujer boliviana.

 

En 1926 fue coronada como la más elevada exponente de la cultura de Bolivia. Adela falleció el 2 de junio de 1928, en su ciudad natal (Cochabamba), a los 73 años.

 

 

Nacer hombre

Adela Zamudio

 

¡Cuánto trabajo ella pasa

Por corregir la torpeza

De su esposo, y en la casa,

(Permitidme que me asombre).

Tan inepto como fatuo,

Sigue él siendo la cabeza,

Porque es hombre!

 

Si algunos versos escribe,

De alguno esos versos son,

Que ella sólo los suscribe.

(Permitidme que me asombre.)

Si ese alguno no es poeta,

¿Por qué tal suposición?

—Porque es hombre.

 

Una mujer superior

En elecciones no vota,

Y vota el pillo peor.

(Permitidme que me asombre).

Con tal que aprenda a firmar

Puede votar un idiota

Porque es hombre.

 

El se abate y bebe o juega.

En un revés de la suerte:

Ella sufre, lucha y ruega.

(Permitidme que me asombre.)

Que a ella se llame el “ser débil”

Y a él se le llame el “ser fuerte”.

Porque es hombre.

 

Ella debe perdonar

Siéndole su esposo infiel;

Pero él se puede vengar.

(Permitidme que me asombre.)

En un caso semejante

Hasta puede matar él,

¡Porque es hombre!

 

¡Oh, mortal privilegiado,

Que de perfecto y cabal

Gozas seguro renombre!

En todo caso, para esto,

Te ha bastado

Nacer hombre.

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