I.- Retrospectiva
Pasaron 12 gobiernos, 11 presidentes, en 40 años desde la reinstauración de la democracia en Bolivia (1982-2022), con muchos sucesos, desde la entrega del poder político por parte de los militares, cuando se controló la hiperinflación, lo que es muy significativo a nivel mundial. Se instauró un modelo económico que duró 20 años. Hubo las revueltas por el gas, por el agua, un relanzamiento de los pueblos originarios hacia una mayor participación. Luego el Estado tuvo un tiempo con un estilo gerencial y llegaron las convulsiones sociales, fue retomado el reclamo marítimo, llegó al poder un originario, cuyo mando se prolongó por más de una década y que, según expertos, cayó por un entorno intransigente, por el desconocimiento a un referéndum 21-f, varias irregularidades en votación y el revocatorio expresado en las calles, por el sentir de la gente, traducido en indignación, especialmente de muchos jóvenes.
Posteriormente llegó al mando una mujer, en cuya gestión ocurrió la pandemia covid-19 y hubo 70 días, una setentena, de vuelta a elecciones, la mayoría elige a un economista. Y siendo el contexto mundial de crisis económica y aparición de la guerra, nuestro país avanza hacia el bicentenario. Este sería un resumen general de estas cuatro décadas.
II.- Una nueva forma de democracia
Todo presidente debe atender las necesidades de los sectores, gobernando con prontitud. Los representantes del parlamento tendrían que surgir desde los mismos barrios, de los rubros de la sociedad, así lo político no sería de pocos, sino con oportunidad para todos y la posibilidad de que la gente trabaje en la administración pública. Un comité seleccionador que otorgue los contratos laborales y con máximo de 5 años de gestión, para dar opción a nuevas generaciones.
– Con un mayor control social al funcionamiento estatal, cuyos gastos tendrían que ser solo para lo indispensable, con la supervisión de gente idónea y no permitir la corrupción, que es vulnerar la ley y crear, por ende, injusticia. Así nuestro país será mejor y más competitivo, productivo, industrializado, con el sábado como día laboral.
– Hay tareas pendientes, como la reforma judicial, policial y la mejora y modernización de los servicios de salud.
– Se necesita una red de carreteras integradoras entre pueblos.
– Que se reduzca el número de ministerios, para tener solo 10 principales: Cancillería, Ministerio del Interior, de Defensa, de Justicia, Salud, Trabajo, Educación, Economía, Obras Públicas y Desarrollo Sostenible (que aglutine a todos los demás).
El Estado es la casa mayor para la población.
El autor es Master en Gestión Pública MGP.