Audio revela evidencias conocidas

Una vez más se evidencia la directa dependencia del Órgano Judicial respecto al partido de gobierno y sus organismos, como consta en el audio gravado a Marvin Molina, expresidente en dimisión del Consejo de Magistratura (CM), pero por malabarismos y manejos inescrupulosos seguirá formando parte de ese reducto partidista. Molina reconoció su propia voz en la grabación. Iván Lima, Ministro de Justicia, atribuyó la responsabilidad a Antonio Colque y dio la absolución a Molina. Colque, diputado del MAS, había acudido en 2021 a entrevistarse con Molina para pedirle que su hermano, Omar Colque, sea designado juez Conciliador en Oruro. Como salvedad, ahora el CM dice que “no fue designado”. Molina, a su vez, es denunciado por nepotismo debido a que un hermano suyo se encuentra dentro de la Justicia.
Según el audio, Molina realizó una gira por las provincias de Potosí, pidiendo nombres de militantes del MAS para ocupar cargos de jueces. Se contactó con profesores, conocidos y amigos con ese objetivo, y los exhortó a la unidad para que en la elección de magistrados se controle de nuevo el Tribunal Supremo de Justicia y al Tribunal Constitucional, frente a los intentos de la “derecha”. Este “teje maneje” a nadie sorprende, ya que el partido de Luis Arce desde hace tiempo es “dueño y señor” del aparato judicial, así como del Legislativo y Ejecutivo. Además, se debe tener en cuenta que Molina, al igual que los miembros de los órganos del Estado, recibe instrucciones de la escala de los mandos del partido respecto a sus decisiones.
Resulta ocioso hablar sobre que fiscales y jueces son “presionados” para resolver determinados casos, porque siguen ciegamente la consigna de favorecer a los masistas y funcionarios del gobierno que fuesen denunciados. Ocurre con Jhonny Mamani, Gobernador de Potosí y, acaba de ocurrir, con Edwin Characayo, ministro sobornado en vía pública. Son decenas de estos casos. En ejecución de una resolución de 2021 del Tribunal Constitucional, han sido destituidos por nepotismo Dolka Gómez y Gonzalo Alcón del CM y llamados los suplentes. Uno de estos es Molina. Aunque parezca extraño, éste asumió la presidencia y Meneses el decanato. Se trata de dos nuevos miembros que de “golpe y porrazo” asumen las más altas posiciones del organismo. Siendo suplentes, su calificación ha debido ser baja. Provienen de provincias, donde toda academia es desconocida. Molina, por ejemplo, es natural de Cotagaita, lo que poco o nada dice acerca de su preparación. Ni en las capitales podemos ufanarnos de vastos conocimientos, por término medio.
Esto es parte de la subestimación de la meritocracia, de la cual renegaba Evo Morales y su sucesor Luis Arce ha enraizado esa fobia a extremos increíbles y sin piedad de la idoneidad, decoro y probidad de la Administración Estatal. En resumen, no estamos ante otra cosa que demagogia químicamente pura.