El invitado de lujo hoy en Cultvral es un maestro pantomima, actor, escritor, pintor y pedagogo que, sin lugar a duda, no necesita mayor presentación. Su arte de silencio este año celebra los 50 años con una gran gira mundial que inicia por Bolivia gracias al cariño especial que tiene el artista francés por nuestro país y su gente. Hace más de 10 años radica en China, actuando y formando a los futuros grandes actores en este arte y no podíamos desaprovechar la oportunidad de tener unas silentes palabras con este genio artista… sean todos bienvenidos al show.
¿Quién es Philippe Bizot?
Un actor autodidacta cuya carrera inició con la búsqueda del maestro Jean Louis Barrault, actor muy famoso que actúa el papel principal de «Los Niños del Paradiso», yo admiraba su trabajo y deseaba mucho conocerlo. Le encantó mi trabajo y me dijo «si quieres ser un gran maestro, tienes que leer un libro por día». He leído un libro por día desde ese encuentro inolvidable. El gran actor debe tener mucha cultura, vocabulario. La pantomima es una escritura, muy fina.
Encontré también a Marguerite Duras, que me ha confirmado la importancia de los silencios en el silencio. Con esos maestros tenía grandes progresos y gané un premio internacional de pantomima. El premio consistía en una gira por Canadá. Ese fue mi primer vuelo y no he parado después.
¿Qué otro momento fu determinante para tu carrera?
Cuando he visto para la primera vez a Marcel Marceau (otro gran maestro de la pantomima) yo era joven, no entendí todo pero quedé fascinado. Me parecía genial actuar en silencio total. Con el tiempo, pienso que la pantomima me ha elegido. Este arte es tan rico que la búsqueda no termina… lecturas, viajes, pinturas, observaciones, es un trabajo cotidiano.
¿El arte llegó a tu vida o fue un camino de búsqueda?
Este arte es fabuloso, el silencio es universal, he hablado solo en silencio cada noche delante de públicos de culturas diferentes pero la emoción siempre es la misma; igualitaria y sincera. Compartimos las mismas alegrías, las mismas angustias, mismas risas, mismas lágrimas. Durante 50 años he tenido cita con la audiencia, si bien no he tenido un profesor como tal, el público es mi profesor constante ¿Si el arte ha llegado a mí? Diré que la gente ha llegado a mí.
No pensaba dar cursos en un comienzo pero aprendí que el arte debe ser trasmitido a quien lo quiera recibir. He tenido miles y miles de estudiantes. He enseñado a gente con diferentes capacidades y condiciones; no videntes, físicamente discapacitados, con síndrome de down, chicos de la calle, chicos en cárceles, en los hospitales, me fue por todas partes. He desarrollado mi propia pedagogía ya que cada alumno es único ¿Si el arte ha llegado a mi vida? Pienso que cada momento es único.
¿Qué sería de la vida del ser humano sin arte?
La vida del ser humano sin arte sería brutal. El arte nos limpia los ojos, limpia nuestro corazón, cambia nuestra manera de ver el mundo, el arte reúne a los hombres, toca nuestras sensibilidades. El arte nos pregunta, nos educa. La cultura no es un lujo, es un derecho. El arte permite al hombre de firmar su presencia. Vivir es ya un arte… la vida es una perfecta coreografía y por ende la gente tiene talento. Cada uno es el héroe de su propia historia.
¿Cuál es la mayor enseñanza que te ha dejado la pantomima?
La pantomima ha educado mis ojos, me enseño a ver. Cada persona entrando en mi campo visual es ya un personaje. Lo imagino 10 minutos antes y diez minutos después. Imagino, veo a la gente con amor, con respeto. El arte es un regalo, un acto de amor siempre para aprender. El arte está al servicio de la memoria colectiva. La gente viene a mi espectáculo para sentarse delante un espejo, creo yo.
¿Siempre tuviste empatía con las artes de mimo?
Los artes de mimo son la pasión de mi vida. Todos los artes visuales me fascinan. El cine mudo de Chaplin, el baile, la ópera china, el kabuki japonés… todos los movimientos me atraen. Me quedo horas sentado sobre una silla para observar una calle, el cotidiano es también una obra fascinante.
Obviamente tu exitosa carrera te ha llevado a conocer el mundo entero ¿Qué es lo que más te llamó la atención de Bolivia?
Visito Bolivia desde más de 30 años. Es una larga historia de amor con este país. Su belleza, sus culturas y, sobre todo, el cariño de su gente. El pueblo boliviano es uno de los más sensibles pueblos del mundo. Curioso, educado, amable, talentoso. Desde hace años tengo reales, bellas y sinceras amistades y por eso he querido empezar la gira por Bolivia. Daré talleres, y presentaré el trabajo de mis alumnos. Me encanta presentar a mis alumnos en su primer escenario.
¿Cómo se denomina esta gira por tus 50 años de silencio?
Es mucho tiempo realmente el que llevo en silencia y al mismo tiempo expresándolo todo. La Gira se llama «El silencio, lenguaje universal de las emociones». Actuaré en Cochabamba, Santa Cruz, Sucre, Potosí y La Paz. Me quedo hasta el diez diciembre…
Toda la información sobre talleres y actuaciones estará disponible en mi Facebook. Será un gusto reencontrarme con ustedes