La ciudad de La Paz, que recordó sus 474 años de fundación, debe aportar más al desarrollo nacional. Para asegurar un mayor crecimiento del país cuenta tanto con la gente como con los recursos y solo necesita de un pequeño impulso de parte del Gobierno.
Es cierto que hasta más de la mitad del siglo pasado, La Paz era el motor que impulsaba el desarrollo nacional. Pero, cuando se construyó la carretera entre Cochabamba y Santa Cruz, comenzó el despegue económico cruceño. A esto se sumaron los ingresos económicos para ese departamento, fruto de la explotación de los hidrocarburos.
El impulso de la economía paceña proviene en un 39 % de los minerales, que generaron ingresos extraordinarios de 3.000 millones de bolivianos; la construcción con 20 %; el transporte con 14 %; el comercio con 8 %; electricidad con otro 8 %; y manufacturas, administración pública y servicios con alrededor del 2 %.
Para recuperar su sitial en el desarrollo nacional, La Paz debe cambiar su paradigma de desarrollo, asumiendo la responsabilidad del cuidado del medio ambiente promoviendo la Economía Naranja, entre otros.
La Economía Naranja promociona el turismo, la culinaria, la cultura. Es una alternativa de desarrollo en el país. No olvidemos que el 2019 llegaron a Bolivia algo más de un millón de visitantes, que bajaron a unos 500.000 visitantes el año pasado, por las restricciones del Covid-19.
Solo por citar algunas de las atracciones turísticas paceñas, podemos mencionar el Valle de la Luna, el Valle de las Ánimas, la llamada Carretera de la Muerte (camino a los Yungas) para deportes extremos en bicicleta, la visita a nevados como el Huayna Potosí, Illimani, incluso el Chacaltaya en temporada de lluvias; el lago Titicaca y el santuario de Copacabana; las ruinas de Tiwanaku, atracciones naturales como el Parque Nacional del Madidi, y poblaciones como Coroico o Sorata.
A esto sumamos las atracciones propias de la ciudad de La Paz, como el Palacio Quemado, el templo de San Francisco, la calle de las Brujas y muchas otras más.
La Paz, ubicada a una altura promedio de 3.650 m.s.n.m., es la metrópoli más alta del mundo, que sumada a su topografía accidentada es una ciudad que ofrecen vistas únicas de la cordillera Real. Tiene un clima subtropical de altura, con veranos lluviosos e inviernos secos.
Esta ciudad fue fundada el 20 de octubre de 1548 por el conquistador español Alonso de Mendoza, donde ahora está la población de Laja. A los pocos días fue trasladada al valle conocido como Chuquiago. Durante la época colonial fue capital de la Intendencia de La Paz, región administrativa del Virreinato del Río de la Plata.
La Paz, conocida ahora como la Ciudad Maravilla, se transformó en la sede de gobierno del país tras la guerra federal de 1899, cuando las regiones del norte y el sur se disputaron la supremacía política de Bolivia.
Los pobladores de esta región tienen una gran vocación productiva, pero para avanzar necesitan que el Gobierno cree las condiciones necesarias para promover la inversión privada y alentar las iniciativas que se puedan presentar.
Desde estas líneas reiteramos en varias oportunidades sobre la urgencia de que en el país se pongan en práctica economías alternativas como la Economía Naranja, la Economía 4.0, la Economía Circular, para dejar de ser solo productores de materia prima.
Coincido con Cynthia Aramayo, presidenta de Cámara Departamental de Industrias de La Paz, cuando afirma: “La Paz debe buscar su vocación y desarrollo, la industria sin chimeneas es importante y no se ha explotado y genera miles de fuentes de empleo”.
Y, entre cultivos no tradicionales de la región, tiene potencialidades para la producción de remolacha azucarera, sorgo dulce y caña de azúcar para el bioetanol; palma aceitera, piñón y palmeras nativas como el totaí para biodiesel. También están los cítricos y el café.
La Organización Mundial del Turismo dijo que en 2018 las llegadas de turistas internacionales en todo el mundo alcanzaron los 1.400 millones. Ese mismo año fue el séptimo año consecutivo en el que el crecimiento de las exportaciones de turismo (+4 %) superó el crecimiento de las exportaciones de mercancías (+3 %).
La Paz, declarada Ciudad Maravilla por la fundación New7Wonders por su riqueza cultural y espectacular topografía, forma parte del eje troncal y es una de las ciudades más importantes del país. Hasta mediados del año pasado tenía algo más de 100 mil empresas, a cargo de grandes emprendedores.
La Paz tiene la gente y los recursos, representa una región que ofrece oportunidades de emprendimiento en diversos rubros; cuenta con el trabajo de los paceños para reforzará el crecimiento nacional.
El autor es Economista, licenciado en la UMSA, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina, Académico de Número de la ABCE y presidente del Directorio de la UREAL.