El ejército surcoreano movilizó ayer decenas de aviones de combate tras identificar un despliegue de aeronaves de Corea del Norte, que en los dos últimos días lanzaron unos 30 misiles para responder a las maniobras aéreas de Seúl y Washington.
“Nuestro ejército adoptó medidas tras identificar unas 180 estelas de vuelo de aviones militares norcoreanos ayer”, señaló el ministerio de Defensa surcoreano en un comunicado.
Las Fuerzas Aéreas de la República de Corea (nombre oficial del Sur) movilizaron rápidamente sus recursos superiores, incluyendo 80 unidades de F-35A”, explicó el texto, que añadió que unas 240 aeronaves que participan en los ejercicios combinados con EEUU “Vigilant storm” mantienen una postura vigilante mientras realizan las mencionadas maniobras.
La detección de las aeronaves norcoreanas se produce luego de que el régimen de Kim Jong-un, lanzara entre el miércoles y jueves 30 proyectiles.
Uno de ellos, un misil balístico de largo alcance (ICBM), aparentemente falló en pleno vuelo cuando se disponía a sobrevolar Japón, mientras que otro de corto alcance aterrizó muy cerca de aguas territoriales surcoreanas, algo que nunca antes había sucedido.
En represalia por estos lanzamientos los aliados anunciaron que los ejercicios, que involucran a unas 240 aeronaves y que debían concluir ayer, se prolongó hasta hoy.
Vigilant storm es el mayor ejercicio aéreo combinado de Corea del Sur y EEUU desde 2017 e incluye la movilización de cazas F-15, F-16, EA-18G (la versión del cazabombardero F-18 adaptada para escenarios de guerra electrónica), F-35A y F-35B, que a diferencia del F-35A puede realizar despegues en corto y despegues y aterrizajes en vertical.
Es la primera vez que el Pentágono llevó unidades del F-35B a territorio surcoreano, un factor que puede haber enfurecido especialmente a Pyongyang, que el martes ya amenazó con responder de manera contundente a estos juegos de guerra.
La tensión en la península está alcanzando cotas inéditas ante las repetidas pruebas de armas norcoreanas, las maniobras de los aliados y la posibilidad de que, tal y como indican los satélites, el régimen de Kim Jong-un ya esté listo para realizar su primera prueba nuclear desde 2017.
Pyongyang calificó los simulacros aéreos conjuntos, bautizados como Vigilant storm como un ejercicio militar agresivo y provocador dirigido a Corea del Norte, y amenó con que Washington y Seúl pagarán el precio más horrible de la historia si continúan. (Infobae).
Corea del Sur activa fuerza aérea tras detectar ofensiva de Corea del Norte
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