El 1 de noviembre de 1979, las “gloriosas” Fuerzas Armadas de la Nación, protagonizaron la denominada Masacre de Todos Santos, que bañó de sangre al pueblo. Y los asesinos encabezados por Alberto Natusch Natusch, más conocido como el “Mariscal de la Muerte”, apoyados por Guillermo Bedregal, Edil Sandóval Morón y otros del MNR, empresarios y otros sectores, se apoderaron del Palacio de Gobierno.
Fueron 16 días de resistencia al asalto del poder por parte de los militares, que tomaron el poder con la fuerza de los tanques y las metrallas. Se tropezaron con una fuerte y sólida resistencia del pueblo, liderada por sus principales organizaciones como la Central Obrera Boliviana (que por entonces era independiente y no de color azul como ahora) y otras agrupaciones movilizadas, que implementaron paros, bloqueos y una huelga en contra del golpe “cívico-militar”, hasta provocar la renuncia de Natusch Busch y el retorno al cauce democrático del país.
Un radialista aymara y el golpe de Natusch (*)
En relación con aquel trágico y doloroso golpe militar, conversamos con Carmelo De la Cruz Huanca, nacido el 16 de julio de 1943 y fallecido el 16 de marzo de 2006. Fue comunicador social egresado del Curso de Profesionalización de Comunicadores en Idiomas Nativos “CPCIN” de la Universidad Católica Boliviana y en su condición de propietario de radio Achocalla ejercía la presidencia de la Asociación de Radioemisoras Indígenas Aymaras de La Paz, en sus últimos años. El radialista aymara, antes de su partida, relata un pasaje poco conocido sobre lo ocurrido durante la culminación de más de dos semanas de resistencia y lucha del pueblo en contra de los golpistas y sobre todo el relacionado con la experiencia de trabajo en una emisora del Estado, como es Radio Illimani, donde muy temprano, emitía su programa en idioma aymara.
Carmelo de la Cruz, señala que “durante esa época, trabajaba en la emisora estatal como radialista en idioma aymara, en el horario de 6 a 7 de la mañana, en el programa denominado Qullasuyu, precisamente cuando ocurrió el sangriento golpe de Natusch”. Y “desde el primer día me obligaron a difundir los mensajes y comunicados, que era estrictamente controlado durante varios días y que en contra de mi voluntad los tenía que leer”, recordaba el radialista aymara.
“Los días siguientes de la toma del poder por los militares, ya no había motorizados, porque el pueblo movilizado paralizó totalmente las actividades, por lo que iba a pie desde la radio Illimani hasta mi casa de la ciudad de El Alto. En las zonas de Villa Victoria hasta Munaypata, Alto Mariscal Santa Cruz y adyacentes, en cada esquina, los vecinos que me conocían, me encontraban y me presionaban para difundir a través de la radio lo que realmente estaba ocurriendo en el país y sobre todo me cuestionaban por qué leía en mi programa los comunicados de los militares, sin comprender que mi persona era un simple empleado de la emisora. Ante esta situación, tomé la determinación de reflejar en mi programa radial, sobre lo que pasaba en la ciudad de La Paz y en las zonas”, relataba De la Cruz.
El invento de la renuncia de Natusch
Aunque el Cnel. Natusch y su entorno militar pretendían quedarse un buen tiempo en el poder, luego de consolidarse por la fuerza, sin embargo el radialista aymara Carmelo De la Cruz, por la presión de sus amigos, vecinos y al ver las masacres y los atropellos de los militares en contra del pueblo, decidió utilizar la propia Emisora del Estado, para precipitar la caída de Natusch Busch y sus colaboradores y se inventó una supuesta renuncia del Mariscal de la Muerte a la Presidencia y su abandono del Palacio de Gobierno.
De la Cruz, sobre este episodio relata: “ante tanto dolor y cólera del pueblo en contra del Cnel. Alberto Natusch y los militares golpistas, tomé la determinación de hacer conocer lo que realmente estaba pasando en el país. Esa mañana desde muy temprano, como era habitual, bajé desde mi casa de la zona 16 de Julio de El Alto hasta la Radio Illimani y a las seis de la mañana ingresé a mi programa y cuando eran exactamente seis y diez, me llamaron por teléfono desde la Radio Universidad de la República de Argentina, preguntándome sobre la situación de nuestro país. A lo que les respondí que Alberto Natusch Busch, a las cuatro de la madrugada había abandonado el Palacio Quemado”.
Luego, casi inmediatamente y desde la propia radio Illimani se difunde la “información” sobre la dimisión de Natusch Busch. Al respecto, el radialista De la Cruz nos comenta: “a las seis con trece minutos y a través de los micrófonos de la radio dije que Alberto Natusch Busch RENUNCIÓ a las 4 de la madrugada, lo que –además- repetí en dos ocasiones”.
Más adelante señala que “inmediatamente me llamaron de Radio Panamericana, a quiénes les confirmé sobre la renuncia de Natusch Busch y ellos (los informativistas de Radio Panamericana) en su informativo hicieron conocer la renuncia. Lo propio ocurrió con Radio Nueva América. Ambas emisoras de radio de amplia sintonía y prestigio por aquel entonces, difundieron la noticia sobre la renuncia del Presidente de facto, citando como fuente al programa aymara conducido por mi persona”.
Me tomaron preso
“Después de todo lo ocurrido, a las 7 y 30 de la mañana, me tomaron preso los agentes del Palacio de Gobierno, me detuvieron y me trasladaron a los sótanos del mismo Palacio. En ese entonces, la Radio Illimani, estaba ubicada en la calle Ayacucho”. Más adelante, el radialista aymara, continúa: “durante mi detención, me presionaron psicológicamente, me amenazaron los agentes, me decían que me iban hacer desaparecer, desterrar, etc. Además, cuando me sacaron de la radio lo hicieron a golpes, para luego encerrarme en una habitación oscura, donde estuve incomunicado y sin alimentación”.
Mensaje presidencial
La noticia sobre la renuncia del Cnel. Alberto Natusch Busch, se había difundido por todos los confines del país y a nivel internacional. Ante ello, el Cnel. Natusch emitió un mensaje al país, a través de una cadena nacional de radio y televisión, donde anunció que no ha renunciado y nunca va a renunciar.
De la Cruz es liberado
Al mismo tiempo, el Congreso Nacional convocaba a una Sesión Extraordinaria para las cuatro de la tarde y a las ocho de la noche, la señora Lidia Gueiler Tejada, fue elegida y posesionada como Presidenta Constitucional de la República de Bolivia.
Cuando el país retornaba a una frágil democracia con la asunción al poder de la flamante presidenta Gueiler, alrededor de las 20 horas, el radialista Carmelo De la Cruz Huanca, fue liberado y al día siguiente volvía a trabajar en la misma Radio Illimani, en su programa habitual en idioma aymara.
(*) Este trabajo es parte de un diálogo con Carmelo De la Cruz Huanca en 2004 sobre este tema, donde el radialista aymara hace conocer estos importantes detalles relacionados con su participación en Radio Illimani y la Masacre de Todo Santos.
El autor es comunicador social.