Cuando Chadwick Boseman falleció en 2020, los realizadores tuvieron que dar un gran paso atrás y considerar seriamente lo que podría ser esta próxima historia. El rey T’Challa era el corazón de PANTERA NEGRA, y Boseman sigue estando en los corazones de todos los que trabajaron con él. “La muerte de Chad afectó a los realizadores y a los actores de una manera realmente muy profunda –dice Coogler–. Chad era nuestro socio artístico en este proyecto, en esta franquicia y en esta narrativa. Pasábamos tiempo juntos, solo él y yo, hablando de adónde queríamos llevar al personaje, adónde queríamos llevar la historia, sobre lo mucho que él admiraba a los demás personajes y a los actores que los interpretaban. Nos dimos cuenta de que lo que correspondía era que nosotros continuásemos la historia”.
Moore añade: “No nos pareció que Chad hubiese querido que el mundo de Wakanda, y el efecto que la película tenía en los niños, se perdiera. Emocionalmente, sentíamos que lo más fácil era no seguir con la historia, pero no creo que hubiese sido lo correcto. Creo que para hacer lo correcto en relación al legado del hombre hay que seguir haciendo lo correcto en relación al legado de la película”.
A medida que los realizadores pensaron sobre la historia, surgió un tema nuevo: ¿Cómo se lidia con el duelo y se superan las pérdidas? Este tema, y cómo afecta a cada uno de los personajes, terminó siendo el motor de la narrativa. “Para que la historia de Wakanda siguiera adelante en un mundo en donde T’Challa ya no está con nosotros, tenía sentido investigar lo que significó la pérdida para todas las personas allegadas a él –dice Moore–. Y no hay nadie que fuera a sentir ese efecto de manera más fuerte que su hermana menor, Shuri”.