Afirmando que es posible optimizar los tiempos para reducir los plazos fijados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la medición censal programada para 2024, la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB), concluyó que mediante el uso de nuevas tecnologías y voluntad política es posible tener un censo de población en un tiempo menor al planteado por autoridades nacionales.
Como forma de apoyo a la ciudadanía movilizada por un censo oportuno, en el menor tiempo posible y para aportar con el conocimiento de profesionales bolivianos, la SIB Departamental Santa Cruz, organizó un conversatorio en el que especialistas en distintas áreas compartieron planteamientos, opinión y análisis sobre el tema de la medición censal, que en las últimas semanas se ha convertido en motivo de polémica y conflictos.
En declaraciones a EL DIARIO, en presidente de la SIB Departamental Santa Cruz, Jorge Franco, detalló que con esta actividad se logró evidenciar que mediante el uso de tecnologías actuales, es posible reducir los tiempos. “Cuando se puede utilizar la tecnología actual, ya solo es un tema de voluntad política, de esa forma se podría reducir el cronograma”, indicó.
Señaló, además, que provoca preocupación los intereses para insistir en el retraso de la medición censal. “Quizá algo por lo que se quiera retrasar el censo sea evitar que se tenga un buen control sobre el tema de las bases para las elecciones, por ahí puede ir el tema”, cuestionó Franco.
Adelantó que existen intensiones de realizar un proyecto piloto en la localidad de Porongo, donde técnicos de la Universidad Gabriel René Moreno y la Sociedad de Ingenieros pongan en práctica todo lo expuesto, para demostrar que es posible acortar tiempos recurriendo a la tecnología y otras herramientas.
Entre las partes resaltantes del pronunciamiento institucional de la SIB, se apunta a que el INE pretende aplicar metodologías iguales a las utilizadas en los censos del 2001 y 2012, sin ninguna actualización tecnológica, a pesar de los medios con los que actualmente se cuenta, mismos que son utilizados por diferentes países para la realización de censos. Entre ellos, la aplicación de formularios digitales para agilizar el proceso de recolección de datos, herramienta que además garantiza calidad en las respuestas.
“Como ejemplo de la aplicación estas tecnologías, podemos citar el Censo 2022 de Argentina, el cual se realizó en dos fases: una digital y otra presencial, situación similar, también se dio en Uruguay. Sin embargo, en nuestro país esta tecnología ha sido desechada por los encargados del proceso Censal. Muestra de ello es la información expuesta por los especialistas informáticos, que presentaron al INE metodologías y tecnologías especiales para censos, sin que estas sean tomadas en cuenta”, señala el documento.
De igual manera se vio, que una de las actividades más importantes en el cronograma del censo, es la cartografía, la misma que también puede ser digital y no en papel. Por su parte, el INE propone un plazo de 16 meses para esta actividad, cuando con tecnología actual se la puede realizar en mucho menos tiempo. Lo que muestra claramente que no existe la voluntad política de utilizar tecnología para reducir tiempos del cronograma.
Una cartografía actualizada mostraría que durante mucho tiempo se ha venido realizando infraestructura donde no existía población, malgastando de esta manera los recursos públicos. Por otra parte, se podría develar también, que el padrón electoral no refleja datos reales, lo que se presta a elecciones fraudulentas.
Otro aspecto a considerar es la calidad del censo, la cual, no es directamente proporcional al tiempo, como se ha venido diciendo, sino que la calidad es resultado de una adecuada capacitación de los empadronadores, quienes deben formular adecuadamente las preguntas y ofrecer explicaciones claras y correctas a las personas censadas, para que así las respuestas realmente reflejen la realidad y no sean resultado de malas interpretaciones que arrojen datos erróneos, de igual manera la calidad está relacionada con una adecuada supervisión de las etapas y personas que desempeñan tareas en el censo, por lo que no es correcto afirmar que alargar el proceso previo, tendrá como consecuencia un censo de calidad.
También se evidenció que la burocracia administrativa de contratación de personal para las actividades del censo, está retrasando los plazos y no existe la voluntad política para acelerarlos, ya que a la fecha no se ha contratado todo el personal requerido para las actividades que se están desarrollando actualmente.
Se explicó también, que el INE está trabajando las actividades de forma dosificada, a fin de que coincidan con el plazo que se tiene previsto en el año 2024, sin tomar en cuenta que hay actividades que se pueden realizar de forma paralela y no secuencial, como se tiene planificado.
Como en todo proyecto se puede fijar una fecha de terminación y en base a esa fecha se ajustan las tareas y se definen los recursos. El INE planificó sus actividades en base a un decreto que determinaba la fecha del censo para el 2024 y en función a ello han trabajado y no han aceptado las sugerencias técnicas que se le ha planteado. Es por esto que, en la mesa técnica se vio la necesidad de tener una norma que fije plazos oportunos para consolidar las demandas de la población, sin cálculos políticos.
Finalmente este encuentro evidenció, que el Comité Interinstitucional de Santa Cruz, entregó una propuesta consistente, demostrando que se pueden reducir los tiempos, sin embargo, el INE no consideró la propuesta.
Expertos afirman que se pueden acortar los tiempos para el censo
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