El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, llamó a la conversión en este tiempo de Adviento para estar limpios de toda mancha de maldad, que no haya rencores, odio, ni ansias de venganza ni mirarse mal entre nosotros.
Sostuvo que los bolivianos necesitamos un momento de verdadera conversión para encontrar la paz y la unidad, allanando los caminos para que el Señor se quede entre nosotros.
“Qué lindo sería que nosotros saquemos esas cosas malas y negativas de nuestro corazón y las dejemos a un lado. Eso es una verdadera conversión”, dijo en su homilía dominical al puntualizar que no hay nadie que diga “yo no necesito convertirme”.
Explicó que la conversión no es mostrar una prenda elegante por fuera y por dentro estar mal, porque “a veces nosotros camuflamos nuestras cosas malas que tenemos, nos presentamos bien bonito delante de los demás, amables, pero por dentro a veces estamos tramando cosas malas”.
Monseñor Leigue admitió que después de pasar un momento muy difícil y muy complicado, el país necesita convertirse para volver a la tranquilidad y la paz que necesitamos.
Dijo que es momento de reflexionar y preguntarse qué hemos hecho y a partir de la respuesta empezar una vida nueva y aprender de los problemas que pasamos.
Observa que algunas personas a veces no aprenden del pasado, siguen con la misma actitud, es comprensible que no sientan empatía porque no saben lo que la gente ha vivido, no tienen la sensibilidad de decir basta y evitar las consecuencias de los conflictos. (Santa Cruz, Erbol).
Iglesia exhorta a dejar rencores y encontrar la paz en Bolivia
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