La única forma que tuvo Croacia para superar a quizá la mejor selección de Japón de la historia y para conseguir los pasaje a los cuartos de final del Mundial fue en la tanda de penales (el primer partido que llegó a estas instancias en Catar) y gracias al arquero Livakovic, el gigante héroe de los balcánicos que tapó tres de los cuatro tiros que le lanzaron después de que empataran 1-1 en los 120 minutos de juego en el que fue un partidazo.
Croacia clasificó a cuartos de final por penales y despachó a Japón
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