Iniciada la primera fase (5 al 15 de diciembre de 2022) de los talleres gratuitos de socialización del “Currículo Actualizado 2023” del Sistema Educativo Plurinacional, “Por una educación de calidad, rumbo al bicentenario”, sintomáticamente salieron a flote las duras críticas de algunos maestros y dirigentes del magisterio urbano y rural.
Con ese antecedente, el 8 de diciembre del año en curso, la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB) presentó nota escrita al ministro Edgar Pary Chambi, bajo el tenor; “solicita congreso nacional, no se acepta la imposición del plan curricular”.
En precedente misiva, la CTEUB refiere que, el magisterio urbano participó de diferentes eventos pedagógicos convocados por el Ministerio de Educación, en relación con la actualización del currículo (base), en los mismos se habrían concretado aportes y propuestas compiladas de diferentes distritos educativos; sin embargo, no fueron plasmados en los nuevos planes y programas de cada área y nivel, aprobados mediante la Resolución Ministerial Nº 1040/2022.
En ese orden, paradójicamente en la referida misiva, la CTEUB aclara y establece que no participó de la elaboración del currículo actualizado 2023. Por otra parte, no acepta parches o enmiendas en la estructura normativa y pedagógica (curricular). En tal sentido, exige la convocatoria inmediata al Congreso Plurinacional de Educación, en razón al análisis de los resultados de la Ley Nº 070 “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”, promulgada el 20 de diciembre de 2010.
Al respecto, el artículo 92, de la Ley Nº 070, estable que el Congreso Plurinacional de Educación, es la instancia máxima de intervención de todos los sectores de la sociedad, para la formulación y definición de lineamientos de las políticas educativas, debiendo ser convocado por el Ministerio de Educación, cada cinco años.
Ante la confusión generada, en relación con quiénes fueron los directos responsables de la actualización del currículo, es imperante recordar algunos antecedentes de la presente gestión. El 5 de agosto, el viceministro de Educación Regular, Bartolomé Puma Velásquez, emite el Instructivo IT/VER Nº 0089/2022, en la cual dispuso la tolerancia y declaratoria en comisión para maestros participantes del proceso de evaluación y actualización del currículo.
Asimismo, en septiembre, el Ministerio de Educación promovió en los nueve departamentos, talleres de actualización de la malla curricular. El 27 del mismo mes, el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) representado por Freddy Mendoza Espinoza, entregó al ministro Edgar Pary Chambi, el documento de propuestas y aportes académicos para la actualización del currículo base de secundaria, con el objetivo de reducir las brechas entre el Subsistema Regular y Superior.
Por último, el 20 y 21 de octubre de los corrientes, se desarrolló el “7mo. Encuentro Pedagógico”, con objeto de definir los planes y programas del currículo para el 2023, resultado del proceso de actualización llevado adelante por el Ministerio de Educación, entre las gestiones 2021 y 2022, con la participación y aportes de los actores de la comunidad educativa boliviana.
En consecuencia, la participación de las confederaciones, federaciones departamentales y regiones del magisterio urbano y rural fue evidente, independientemente de la discrecionalidad en la elección de los maestros. Por tanto, la renuencia al currículo actualizado 2023 por algunos dirigentes sindicales, pareciera tener el propósito de deslindar responsabilidades del proceso en el cual fueron actores directos.
El autor es Magister en Políticas de Formación Docente.