El Congreso de la República de Perú rechazó ayer la reforma constitucional que tenía como finalidad adelantar las elecciones presidenciales a diciembre del 2023, como había propuesto esta misma semana la jefa de Estado, Dina Boluarte.
La reforma constitucional formulada apuntaba al adelanto de elecciones generales para diciembre de 2023, y el recorte de los mandatos presidencial y parlamentario hasta el 30 de abril de 2024.
La medida tan solo recabó el apoyo de 49 congresistas, mientras que otros 33 se manifestaron en contra y 25 abstenciones, quedando muy lejos de las cifras requeridas para sacar adelante una reforma constitucional.
En este caso, la propuesta requería del apoyo de al menos 87 parlamentarios para ser sometida a una segunda votación en la siguiente legislatura, o de al menos 66 votos a favor para que la cuestión fuese sometida a referéndum.
PIDEN RECOSIDERAR EL
ADELANTO ELECTORAL
La decisión pronta despertó la reacción de diversos agentes sociales y políticos. Uno de los primeros fue la Defensoría del Pueblo, que invocó al Congreso a que vote con urgencia la reconsideración del adelanto electoral.
El órgano considera que de esta forma, el Parlamento podría favorecer a que de alguna manera se solucione la crisis política y social por la que atraviesa el país.
Por otro lado, el que fuera el primer jefe de Gobierno del expresidente Pedro Castillo, Guido Bellido, denunció que la propuesta de adelanto electoral tiene como objetivo la victoria de la opositora Keiko Fujimori, rival de Castillo en los comicios de verano de 2021.
Boluarte anunció el fin de semana una propuesta para el adelanto electoral como respuesta a las protestas sociales que sacuden el país,
desde hace ya diez días, después de que el expresidente Pedro Castillo fuera destituido y detenido.
Entre las demandas formuladas en las protestas en las que ya perdieron la vida una veintena de civiles se encontraba la convocatoria de nuevas elecciones y la salida de Boluarte de la Jefatura de Estado.
La que hasta la semana pasada era la número dos de Castillo asumió la Presidencia después de que el Congreso de la República desbancara al mandatario tras haber intentado disolver el Parlamento y declarar un Gobierno de excepción; una maniobra que desde el nuevo Ejecutivo tildaron de golpe de Estado. (Europa Press).