En conferencias de prensa y otros parecidos: escuchamos al Ministro de Educación, viceministros y técnicos, manifestar inseguros, dubitantes, desencajados; que la nueva malla curricular, habría sido elaborada, discutida y consensuada con los beneficiarios de la educación en encuentros pedagógicos especializados (2020). Donde como sabe la opinión pública, asistieron sólo cuasi “logias de dirigentes” de las confederaciones y federaciones de maestros urbanos y rurales, organizaciones sociales de campesinos (Tupakatari y bartolinas), afines acérrimos y defensores sin causa epistémica fundamentada del modelo pedagógico del gobierno de turno.
Las consecuencias o resultados de esos encuentros o cumbres estelares de dirigentes sindicales, que no tuvieron convicción y formación especializada previa en el ámbito pedagógico, ahora en esta coyuntura de una verdadera “actualización curricular”, se está reflejando y saliendo a la luz pública, que no eran los convocados, sino que debían ser los expertos pedagogos, maestros, para la elaboración del menú de contenidos curriculares, que nuestros hijos e hijas deben aprender en las escuelas y universidades públicas y privadas del país.
Titulamos este artículo como: “Los mensajeros de la actualización curricular”, porque las autoridades y técnicos del Ministerio de Educación, que tenían la misión ineludible de socializar los nuevos “contenidos”, incorporados en los planes y programas de estudio: ahora se lavan las manos, escudándose en su mediocridad profesional y burocracia, delegando esta tarea de socialización a las bases del magisterio del “currículo”, a los directores distritales de educación y directores de unidades educativas.
Los directores, informados esporádica y superficialmente en dos horas de capacitación; asumieron la facultad y poder de convencimiento a los docentes de aula, áreas técnicas y padres de familia; sobre la implementación del currículo escolar 2023. En consecuencia, fueron convertidos en mensajeros o facilitadores de la actualización curricular, sin previa formación académica y enfoque teórico adecuado. Por eso, en uno de esos cursos improvisados, uno de los facilitadores recibió una pregunta de fondo de un director, que literalmente cambió su discurso de exposición: en el año 2019, ¿Fue golpe o fraude electoral?
Anonadado el mensajero facilitador, que al iniciar de su exposición, criticó a los “exasesores pedagógicos” de la Ley de Reforma Educativa 1565 del año 1994; no tenía una respuesta clara, ¿Golpe o fraude?, sólo atinó a terminar su participación y casi fugar de la sala de exposición. Esta actitud, demuestra que sin percatarse el mensajero/facilitador, desarrollaba o cumplía exactamente el rol de asesor pedagógico de antaño. Haciendo un parangón con esos profesionales de la década del noventa, ellos y ellas; maestros de formación básica, fueron preparados y capacitados durante 6 meses por las universidades públicas y privadas en el enfoque del modelo educativo “constructivista” y manejo de los proyectos educativos; ni así tuvieron éxito para llegar a las bases del magisterio, porque el sindicato de maestros, se opuso tenazmente a la implementación del modelo neoliberal.
Ubicándonos en el contexto que está viviendo el sistema educativo actualmente, pensamos que en esa ansia que tienen las autoridades de implementar el currículo escolar; hace falta previamente formar a los mensajeros de la actualización curricular, por lo menos durante seis meses de clases presenciales. Donde pueden abordar un análisis crítico propositivo sobre la integralidad de la Ley 070, y procesos de enseñanza que los maestros de los tres niveles deben brindar a los estudiantes, en tiempos de la modernidad cibernética y enfoque multidisciplinario de la educación. Concluyo con esta pregunta: ¿Qué contenidos curriculares es necesario enseñar a los estudiantes de educación regular?, las respuestas, las tienen ustedes, amables lectores.
El autor es pedagogo y escritor.