Importa mucho cuidar la vida de la población

Al haber ingresado a un nuevo año, importa mucho que en ciudades y pueblos se cuide las vidas de quienes asistirán a festejos que cada año se presentan en fechas establecidas. En ciertas poblaciones se acostumbra hacer celebraciones ocasionales por festividades religiosas y de carnaval, especialmente en regiones mineras. En esas minas consideran al diablo como una especie de “tío” para que presida la festividad carnavalera. Sin embargo, en los días de Carnaval generalmente hay exageradas libaciones de alcohol y borracheras que a veces dejan lamentables saldos de heridos en la población.
Está probado que en las fiestas de Carnaval los festejos no tienen relevancia, por el contrario, demandan exceso de gastos en la población y hasta se llega a endeudamientos perjudiciales. Por otra parte, las fiestas en conmemoración de santos y actos religiosos, debido a los excesos en los que incurren los participantes, como bailarines y organizadores, son ejemplos perniciosos para jóvenes y niños, además que los gastos que se hace afectan la economía de los hogares. Muchas veces, en diversas poblaciones se pidió que sean suspendidas definitivamente tales celebraciones o, de ser autorizadas, que sea para el acto religioso, porque lo demás, en verdad, es propio de actos paganos, ajenos al sentido que deberían tener conmemoraciones de esa índole.
La salud física y moral de las personas tiene mucha importancia, así como cuidar la economía de la población en tiempos de crisis, como actualmente se vive. Por ello el desarrollo nacional debería ser preocupación prioritaria del gobierno, mejorando las condiciones de vida. El decrecimiento de la economía ha significado la postergación de importantes obras sociales y hasta las campañas contra el Covid-19 no deben ser relegadas, sino reiniciadas en el inmediato futuro. Se requiere con premura la construcción de nuevos hospitales, dotándoles de los recursos necesarios para un pronto y eficiente funcionamiento a favor de numerosos pacientes que demandan atención sanitaria especializada. En ese sentido, por ejemplo, las obras de Tiquipaya con destino a hospitales y obras para educación deberían ser reiniciadas.
Hay, pues, muchas otras obras para ser reiniciadas, otras que esperarían una pronta ejecución y ni qué decir sobre infraestructura realizada a medias, que es importante concluir. ¿Qué dice el gobierno ante tanta obra pendiente y que no debe ser pospuesta más? Mientras se espera esas tareas urgentes, se recomienda que en los días de Carnaval los participantes no incurran en exageraciones y cuiden sobre todo su salud y su economía.