La economía nacional pasa por un mal momento, a pesar de los datos oficiales que publican las autoridades del sector económico, pues la caída de las Reservas Internacionales es un reflejo de la situación, asimismo, las medidas para captar dólares muestran una desesperación. En el Seminario “Capital Constructivo y Desarrollo Sustentable” exponen que la inversión es un medio para alcanzar el desarrollo, pero la decisión sobre si será corrosiva o constructiva, le corresponde al Estado.
El presidente de la Fundación Milenio, Roberto Laserna, en la presentación del seminario, indicó que Bolivia cayó en la trampa del rentismo, y no miró a la inversión extranjera, debido a la bonanza económica por la venta de los recursos naturales. Pero ante el despilfarro de los recursos, se plantea la necesidad de que lleguen capitales frescos.
Estamos lejos de la productividad, y la inversión privada no forma parte de las políticas públicas, aunque es un tema marginal de preocupación.
El director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, mostró un panorama poco alentador para Bolivia, ante la caída de la producción de gas, el aumento de la deuda, los bajos crecimientos registrados, y la imposibilidad de crear empleos dignos, y de seguir este camino la pobreza está más cerca que el salir de ella.
El déficit fiscal es uno de los más altos de la región, dijo Oporto y el analista financiero Armando Álvarez coincidió con él, y se preguntó cómo sigue recibiendo financiamiento con nueve años de déficits.
El Banco Mundial ya lo mencionó que Bolivia tiene una deuda pública de 80% respecto al Producto Interno Bruto (PIB), el Gobierno negó esa situación, pero la realidad es que la deuda externa alcanza a 46% del PIB y la interna similar porcentaje.
Entretanto, el director del Centro de Estudios Económicos de la Cámara de Industrias y Comercio de Santa Cruz (Cainco), Pablo Mendieta, señaló que Bolivia es el segundo país menos recuperado, y registró tres recesiones.
A eso se suma que las familias ganan menos de 10%, y el litio y los hidrocarburos tomarán su tiempo, sostiene.
Aseguró que el tema del litio y los hidrocarburos tomarán su tiempo, y mientras tanto, el gobierno urgido de recursos debe abrir sus puertas a la inversión privada, sin embargo el analista sostiene que las empresas extranjeras se quejan por la falta de capital humano y las nacionales por la informalidad.
Dos temas que se deben resolver, opinó Mendieta r a tiempo de indicar que el comercio extranjero se mueve más rápido que las regulaciones.
Mientras tanto, el expresidente de la CAF, Enrique García, dijo que Bolivia debería pensar a futuro qué país quiere, pues los indicadores no acompañan, excepto algunos, pero los dogmas y las refundaciones no le hacen bien.
Dijo que Bolivia no cambió su modo de crecimiento, pues la era de la bonanza, basado en recursos naturales, lo vivió nuevamente, como en el pasado, y ahora que pasó, requiere de cambios y ajustarse a la nueva época.
“Una visión integral de largo plazo”, señaló y sostiene que para ello requiere de la participación privada y pública, una mezcla de ambos, pero con más énfasis del privado, pues es el sector que genera fuentes de empleo.
Por ello planteó que Bolivia debe crear las condiciones para aumentar la participación privada, ante la falta de recursos que registra el país.
Ya en su momento el gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (Ibce), Gary Rodríguez, también dijo que el país requiere de inversión privada para aumentar las reservas internacionales.
Inversión
Los panelistas en el Seminario coincidieron en la necesidad de impulsar la inversión privada con capitales constructivos, como el mecanismo más importante para superar la crisis y aprovechar las oportunidades que el entorno internacional brinda a la economía boliviana.
El director del Centro Internacional para la Empresa Privada (CEPI), Erik Hontz, sostuvo que el insumo del crecimiento es la inversión; la integridad es el entorno cultural necesario que actúa como filtro para controlar a la inversión corrosiva y el impacto es el resultado final sobre el bienestar de la sociedad.
Oporto mencionó las barreras para la inversión privada, entre las que identificó la inseguridad jurídica, decisiones discrecionales del Gobierno, controles y fiscalizaciones sofocantes, restricciones a la iniciativa privada y un sistema judicial envilecido y cooptado políticamente. En ese sentido, considero que se precisa trabajar en una Ley Marco de Inversiones, además de ajustes a las leyes sectoriales, mecanismos de arbitraje internacional, Regulación independiente y Reforma judicial.
El investigador de la Universidad de Stanford, Michael Bennon, señaló que las nuevas tendencias en la economía mundial están produciendo cambios importantes en las relaciones internacionales, comerciales y económicas de los países.
Mencionó la Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas, anunciada en la Cumbre de las Américas, de Los Ángeles, en junio de 2022, y dijo que esta iniciativa puede ser provechosa e implica que Estados Unidos quiere recobrar presencia e influencia en la región.
García explicó que América Latina ha dejado de ser la región más dinámica para el desarrollo, debido a las dificultades y retrocesos en la institucionalidad, infraestructura, educación y habilidades, transparencia, capacidad innovadora y capacidad empresarial.
Sin embargo, considera que debido a la demanda de recursos existentes en Bolivia, existen buenas posibilidades para que el país pueda revertir su situación de crisis, siempre y cuando se abra a la inversión y la coordinación privada, fortalezca su institucionalidad y garantice un sistema de justicia probo, e incorpore aspectos como la tecnología, el medio ambiente, la inclusión y la calidad.
El experto en reformas y políticas económicas de Europa, Michael Bennon, refirió ampliamente a la Responsabilidad Social como valor central en la gestión empresarial moderna, destacando que se trata de uno de los componentes fundamentales de las inversiones constructivas en todo el mundo.
Gustavo Lazzari hizo un análisis sobre las barreras y dificultades que enfrentan los micro y pequeños empresarios y emprendedores en su país, aunque señaló que estos problemas son comunes en Latinoamérica.
Insistió en la necesidad de generar mecanismos para fortalecerlos, no necesariamente a través de ayuda directa sino eliminando los grandes problemas legales, impositivos y burocráticos.