César Augusto Russo Sandóval
Desde diciembre las carreteras de alto tráfico interdepartamental y sobre todo del área rural, fueron afectadas, pese a que algunas de ellas son de asfalto flexible, rígido, ripiado o tierra. Éstas se debilitan mucho más en temporada de lluvias, llegando a colapsar por lodo, aguas turbulentas que causan inundaciones, por desborde de ríos. Hasta por la caída de puentes, cerros u otros. Todo ello ha ocasionado que varias rutas sean inaccesibles o en ellas se produzcan hechos de tránsito.
Varios motorizados, livianos o de carga, quedaron inmovilizados por las inundaciones o fueron arrastrados por corrientes de río, mucho más cuando el caudal de agua se desborda, afectando puentes, vías y generando mazamorra, como se reportó hace días en la carretera del sureste del país o en la ruta a los Yungas de La Paz.
En varios hechos atendidos por el Organismo Operativo de Tránsito a nivel nacional se estableció que los cambios bruscos en las condiciones atmosféricas, en temporada de lluvias, han ocasionado que las vías urbanas, rurales e internacionales, sean de alto riesgo. Hechos de tránsito fueron atendidos con prontitud, para rescatar a las víctimas y evitar mayores riesgos para las vidas de conductores, pasajeros y hasta transeúntes.
Hace días un motorizado de servicio público en la ruta del municipio de San Lucas, en Chuquisaca, se despeñó, muriendo siete personas. Según autoridades regionales, los riesgos son mayores cuando las vías son muy angostas y son afectadas por derrumbes debido a lluvias.
En temporada lluviosa las rutas de mayor tráfico son de mayor riesgo, como la ruta Cochabamba-Santa Cruz, donde constantemente se reporta derrumbes por las fallas geológicas o las afectaciones debido al aumento de lluvias.
En la altura de Pongo, una mazamorra afectó a varios motorizados de transporte que no podían llegar a los Yungas y de esta región no podía salir a la sede de Gobierno, quedando varados por más de 14 horas, hasta que la ruta sea limpiada por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), encargada del mantenimiento de vías.
Por ello, en temporada de lluvias, Tránsito recomienda a conductores de transporte público o privado el mantenimiento permanente del motorizado, revisiones mecánicas, uso de destelladores, rompe nieblas, limpieza de vidrios para evitar que queden empañados, afectando la visibilidad, también el mantenimiento de llantas, sobre todo de las que pierden sus huellas y pueden ser inadecuadas cuando se produce una granizada o nevada, y las carreteras se convierten en pistas de patinaje, causando la pérdida de control del motorizado.
Evite el exceso de velocidad, la ocupación del carril contrario, no pretenda adelantar a un motorizado por la derecha, en curvas o rutas angostas. Son algunas recomendaciones para conductores sindicalizados, particulares y de servicio. En muchos casos estas orientaciones están normadas por el Código de Tránsito, para evitar accidentes y sobre todo la pérdida de vidas. Y es que aumenta más del 60% el riesgo en las carreteras del país, por las lluvias.