Retomar la capacidad de producción agrícola

Conocer datos precisos sobre producción agrícola en el país y contar con cifras sobre minería y ganadería tiene que ser importante y vital para el país. Hemos perdido mucho en los últimos dos años, tanto debido a problemas ocasionados por la pandemia, como por paros dispuestos por motivos sociales. Creer que hemos salido de condiciones críticas en la producción y solo basarnos en datos proporcionados por países vecinos, proveedores de alimentos a nuestro país, es contraproducente. De esa manera los datos obtenidos serán imprecisos y contrarios a la verdad, ya que en todo caso se requiere cifras correctas que sirvan de guía para cualquier planificación que se realice, verificando la capacidad de producción agrícola y así ampliar las posibilidades de las diferentes regiones del país. Debemos empeñarnos conjuntamente para examinar nuestra realidad productiva, aspecto que comprende los diferentes estratos de producción del país. A veces se cree que es imposible alcanzar los índices de otros países en esa materia, para concretar planes y proyectos que permitan retomar la capacidad nacional y emprender lo que debemos hacer, contando con factores humanos y económicos.
La población no debería estar al vaivén del “por si acaso” y se requiere tomar los hechos con suma seriedad. En un caso, por ejemplo, no se puede jugar con la salud y seguridad de la gente. Las autoridades de gobierno deben tener en cuenta que la población rural especialmente no espera solo promesas sobre situaciones pasajeras, sino que demanda hechos concretos, especialmente para mejorar sus condiciones de vida.
Es urgente que las autoridades adopten medidas que permitan replantear las actividades agrícolas, hoy afectadas por problemas como la migración de campesinos a las ciudades en busca de mejores oportunidades de trabajo y subsistencia, lo que causa una grande baja en la producción agrícola. También la gente del campo requiere apoyo gubernamental para que se le dote de semillas, maquinaria y servicios básicos. De ser atendidas esas y otras demandas, es muy posible un retorno a las actividades agrícolas, reduciendo el ingreso de alimentos desde países vecinos. Luego de ese mejoramiento, la producción agrícola deberá ser complementada con la ganadería, la industria minera y toda actividad que tenga conexión con la provisión de bienes de uso y consumo masivo.
Todo lo que se haga en procura de reestructurar y reactivar la producción agrícola del país será provechosa y contribuirá a retomar un antiguo dinamismo que nos coloque en situación expectable de proveer de lo necesario a la población.