Naciones Unidas suspendió temporalmente sus vuelos de ayuda humanitaria en la ciudad congoleña de Goma, situada en el este de República Democrática del Congo (RDC), a causa del aumento de la inseguridad ante los ataques armados y los enfrentamientos entre el Ejército y los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23).
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) indicó que la decisión fue adoptada luego de que un helicóptero del Servicio Humanitario Aéreo de la ONU (UNHAS) fuera objeto de disparos antes de su aterrizaje.
El organismo señaló que el aparato pudo aterrizar en Goma sin mayores incidentes y destacó que todos sus ocupantes, tres tripulantes y diez pasajeros resultaron ilesos, en el segundo incidente de este tipo en las últimas semanas.
El este de RDC es escenario de un ahondamiento de la crisis de desplazados a causa de los últimos avances del M23, en medio de las acusaciones de Kinshasa contra Ruanda por apoyar al grupo rebelde, algo rechazado por Kigali, que acusa al país vecino de azuzar el conflicto armado.
Los jefes de Estado de la Comunidad Africana Oriental (EAC) pidieron el 17 de febrero durante una cumbre celebrada en la capital de Etiopía, Addis Abeba, la retirada «ordenada» antes del 30 de marzo de todos los grupos armados, una referencia específica al M23.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército de RDC contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto. Expertos de la ONU apuntaron en diciembre a la
existencia de pruebas sustancias sobre una intervención directa del Ejército ruandés en el conflicto. (Europa Press)