Culminado el período (1 al 17 de febrero de 2023) de evaluación diagnóstica a los estudiantes del nivel inicial, primario y secundario, en teoría, los maestros debían identificar habilidades cognitivas, destrezas, fortalezas; además, de necesidades y potencialidades de aprendizaje, con objeto de ajustar métodos y estrategias de enseñanza a ser desarrolladas en los planes anuales, trimestrales y de clase.
Con ese antecedente, el ministro de Educación, Edgar Pary Chambi, en ocasión de la rendición pública de cuentas de la gestión 2022, desarrollada el 24 de febrero en la Asamblea Legislativa Departamental de Potosí, de la ciudad del mismo nombre, aseguró que el currículo actualizado (planes y programas) se aplicará, independientemente del rechazo infundado de sectores minoritarios.
Consecuentemente, en sujeción al Calendario Escolar 2023, a partir del 22 de febrero, hasta el 12 de mayo, se deberá cumplir con el desarrollo curricular de los contenidos actualizados correspondiente al primer trimestre, bajo la responsabilidad del director distrital, de unidad educativa, maestros y la junta escolar de madres y padres de familia.
Empero, la Dirección Ejecutiva Nacional de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB) ratifica el cumplimiento del Instructivo Nº 01/2023, que exhorta a los maestros de referido sector no implementar el currículo actualizado, impuesto supuestamente por el nivel central.
Precedentes antecedentes, hacen deducir la inminente implementación del currículo actualizado, siendo un secreto a voces que la mayoría de las unidades educativas de convenio toman la delantera en su aplicación, independientemente de los criterios de rechazo apócrifo de algunos curas y monjas.
La telenovela de la implementación y rechazo al currículo actualizado pareciera llegar a su fin, con un aparente final feliz para el Ministerio de Educación, en razón que varias unidades educativas fiscales y de convenio aplicarán los contenidos de los planes y programas 2023.
Contrariamente, las unidades educativas privadas estuvieron astutamente al margen de referida telenovela, fiel a su estilo de desacato a los planes y programas emanados por el Ministerio de Educación, continuarán aplicando el currículo que mejor les parezca, suprimiendo y creando áreas (materias) de acuerdo con sus necesidades y ofertas, a vista y paciencia de las direcciones distritales de las capitales de departamento.
Ante el ocaso de la controversia de implementación del currículo actualizado, es imperante que los actores antagónicos reflexionen sobre la importancia de la temporalidad en el análisis, debate, consenso y toma de decisiones de una determinada política educativa.
El autor es Magister en Políticas de Formación Docente.