miércoles, septiembre 4, 2024
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Derribador de campeones

El Tigre de Achumani siempre fue un rival difícil de vencer, construyó un enorme prestigio internacional adueñándose de la victoria, en partidos contra equipos de renombre, grandes campeones fueron víctimas del ímpetu y de la garra del poderoso Gualdinegro; tal es el caso de Independiente de Avellaneda, en 1941 derrotó al equipo argentino por un tanto contra cero, en aquella época el Rojo pasaba por un excelente momento, siendo uno de los clubes más destacados del continente sudamericano.
Santos también cayó derrotado en La Paz el año 2012, el equipo brasileño golpeó primero poniéndose en ventaja en el minuto 10 del partido, pero no pudo con un Decano motivado por la adversidad, fiel a su identidad se repuso a los 33 minutos tras un remate certero de Teto Cristaldo, todo apuntaba a que terminaría en empate, ya que pasados los noventa minutos solo quedaba el tiempo suplementario, pero Rodrigo Ramallo aprovechó un tiro de esquina convirtiendo de cabeza para dar el triunfo al Atigrado.
En 2016, The Strongest silenció el Estadio Pacaembú, venciendo a Sao Paulo con un golazo de cabeza a los 61 minutos del cotejo, el autor del gol fue Matías Alonso, un jugador charrúa de mucho empuje que pasó por filas atigradas, de quien tengo muy buenos recuerdos, pues ese Tigre tenía jugadores imparables, destacando por consagración dos emblemas históricos que se quedaron eternamente en la gloriosa historia del club, como Pablo Daniel Escobar Olivetti y Daniel Vaca Tasca.
El Derribador de campeones sigue vigente, pues el pasado martes en un complicado partido por la Copa Libertadores, el Tigre nuevamente se hizo fuerte haciendo respetar su casa; en una noche memorable con un Siles lleno de algarabía, se impuso con vehemencia ante un River Plate que por momentos quiso avasallar al equipo boliviano, pero no pudo, finalmente el Millonario se fue lleno de impotencia, no hizo más que resignarse ante la inexorable derrota, atribuyendo su fracaso a una atmósfera que no juega.
Una de las figuras del partido fue el guardameta Billy Viscarra, que con cada atajada formidable desmoralizaba al rival; el primer gol llegó a los 25 minutos, por la vía de un penal bien ejecutado por Enrique Triverio, que a los 35 minutos volvería a marcar tras una notable jugada colectiva, el tercer gol llegó a los 48 minutos del segundo tiempo, con un cabezazo esquinado obra del zaguero central Gonzalo Castillo, finalmente a los 66 minutos la visita descontó a través de un penal inventado, el cotejo terminó con un global de 3 a 1.
Definitivamente el Tricampeón es un digno representante, con un palmarés envidiable, debe llenar de orgullo no solamente a los hinchas atigrados, a todo el país; porque representa el coraje heredado, la rebeldía de un pueblo boliviano que sigue y seguirá de pie. Ya son ciento quince años haciendo historia, con sacrificio y mucha garra, ciento quince años de emociones encontradas, forjando una identidad única, ciento quince años de gloria, defendiendo a Bolivia, ciento quince años de oro y petróleo.

El autor es Comunicador, Poeta, y Artista.

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