La ética es un tema importante en cualquier sociedad, pero en el nuestro, parece ser un desafío que no termina de cuajar, es todavía una asignatura pendiente. La corrupción, la falta de transparencia y la impunidad son problemas recurrentes, esto significa que va desde la política, pasa por la educación, la salud… y la propia vida cotidiana. Por ello, la ética (no solo es fundamental per se) es algo que debe ser abordado en todos los ámbitos, no son suficientes, por ejemeplo, algunos cursos de inducción o unas cuantas charlas sobre ética que se les da (generalmente a inicios de cada gestión o en su defecto a los nuevos) a los servidores públicos, la cual, debe ser monitoreada hasta lograr el objetivo, pero, lamentable no sucede así. La ética es muy importante para construir una sociedad transparente, justa, equitativa y sostenible. ¿Cómo se puede afrontar este desafío?
Es importante que nuestros líderes, y la sociedad en su conjunto, demuestren un compromiso claro con la ética y los valores morales, dado que no son unos simples enunciados teóricos y/o que la ética dista mucho de ser aplicada, ¿cuáles serán las razones? Se trata al fin de cuentas de cumplir con las leyes y regulaciones existentes, la Patria nos exige que todos los ciudadanos debemos actuar con integridad y responsabilidad en las diferentes decisiones y acciones que tomamos. Además, debe quedar claro que desde las más altas esferas de gobierno se debe fomentar una cultura de ética y transparencia en todas las instituciones y organizaciones, especialmente, allí donde confluyen intereses comunes o colectivos.
La sociedad también tiene un papel importante en la promoción de la ética, no solo los representantes del control social. La ciudadanía debe exigir transparencia y rendición de cuentas. Según el Art. 37 de la Ley N° 341 de Participación y Control Social, los órganos del Estado, las entidades territoriales autónomas y las entidades públicas, deben realizar rendiciones públicas de cuentas y evaluación de resultados de gestión, la misma debe realizarse “al menos dos veces al año, de manera semestral, en forma clara y comprensible presentada en acto público”.
Se requiere educar a las personas sobre la importancia que tienen los valores éticos y los derechos humanos, para que éstas puedan ser capaces de identificar y denunciar comportamientos antiéticos.
En ese orden de cosas, la tecnología y la inteligencia artificial pueden ser herramientas útiles para promover la ética en nuestra sociedad, pero solo si son utilizadas de manera responsable y transparente. Las autoridades deben estar dispuestas a adoptar medidas para garantizar la privacidad y seguridad de la información personal de los ciudadanos, así como para prevenir la discriminación y el sesgo en la toma de decisiones automatizadas. Además, es necesario que se fomente la educación y el acceso a la tecnología para todos, a fin de evitar la brecha digital y a la vez promover la igualdad de oportunidades.
La ética es un desafío para todos, tanto para gobernantes como para gobernados, no están en juego intereses particulares o de unos cuantos, es por el interés superior de todo un país, es una oportunidad para construir una sociedad más transparente, justa, equitativa y sostenible. Las autoridades deben promover la ética y los valores morales, incluso son los primeros que deben dar el ejemplo (no como ahora sucede que una gran mayoría actúa al margen de lo ético) y la sociedad debe coadyuvar en el logro de estos objetivos. La tecnología y la inteligencia artificial pueden ayudarnos, en todo caso nos proporcionan datos e información actualizada (big data) para actuar de mejor manera y no caer en prejuicios o dejarse llevar simplemente por rumores.
Finalmente es un imperativo fomentar la educación 4.0, que consiste en aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje y adaptarse a los cambios en la sociedad y la economía. Además, el acceso a Internet como un derecho humano para todos los bolivianos (en 2000, Estonia se convirtió en el primer país en declarar el acceso a Internet como un derecho humano, o Costa Rica que en 2010 también reconoció el acceso a Internet como un derecho humano, solo para citar algunos ejemplos).
Peter Drucker decía que el conocimiento, por encima del capital o la mano de obra, es el único recurso económico con sentido en la sociedad de conocimiento, se da una mayor tasa de alfabetización, se procura la igualdad de oportunidades, es una ciudadanía más racional y menos emocional y fundamentalmente se promueve un consumo y un desarrollo más ético.
El autor es abogado y docente universitario.
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