La Pachamama se ha resentido. Ha resuelto cerrar sus bolsones de gas natural. Todo ello a consecuencia de la sobreexplotación, que la indispuso. La sobreexplotación que marcó bonanza económica del periodo 2005-2014. Ante aquella situación quizá sería necesario, para ablandar su corazón, particularmente, asumir rogativas o presentar ofrendas con “acullicos” y copiosas libaciones. Sólo los pachamamistas entienden mucho sobre el tema. Habría que consultarlos, antes de “meter la pata”.
En consecuencia: nos hicieron creer, los mitómanos de siempre, que nuestra economía estaba blindada, que teníamos “un mar de gas” y que éramos el centro energético de Sudamérica. Nos hicieron vivir de falsas expectativas, como aquellos anuncios, permanentes, de “nuevos descubrimientos y buenos resultados”. Pero la realidad fue otra cosa. La caída del gas natural fue inminente, fatal y frustrante. Una situación que amerita nuestra más profunda preocupación e indignación. De ello están conscientes quienes detentaron el Poder en los últimos tiempos en democracia. Si ello hubiera ocurrido en dictadura militar, se rasgaban las vestiduras, seguramente, los ya conocidos.
“En la gestión de Evo Morales no se hicieron las inversiones necesarias para reponer las reservas y aumentar la producción, a pesar de los significativos recursos que recibió el país, y ahora la economía estaba pagando la factura”, afirmó, en conferencia de prensa, el titular del ministerio de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro. (1)
Los ingresos, en esa gestión gubernamental, por la venta de gas natural, a países vecinos, bordearían los 45 mil millones de dólares. Pero la autoridad, en esa ocasión, estimó menos, 37 millones de dólares. Existen diferencias. Juzgue, por lo tanto, la opinión pública.
Resulta que ahora, por la caída de producción del gas natural, Bolivia corre el riesgo de incumplir compromisos adquiridos en el mercado internacional y es posible que deje de ser un país exportador, lamentablemente, si no encuentra gas, hasta antes de 2030. “La era del gas acabó, debido a la falta de exploración por parte de YPFB, que se había aplazado, y desde el 2021 presentó un plan para acelerar la búsqueda, que a la fecha los resultados no son los esperados”, reiteraron economistas y expertos en la materia. (2)
“En los últimos 14 años, YPFB no logró resultados en la exploración, una muestra de ello es Lliquimuni en el norte paceño y el pozo Boyui, ubicado dentro del Bloque Caipipendi (Tarija), que llegó a casi 8.000 metros de profundidad” (3), aclararon, hace más o menos dos años, técnicos versados en el tema. He ahí los desaciertos que motivaron la desesperanza nacional.
En suma: habría que redoblar esfuerzos para evitar el desastre en ese rubro. Ahora o nunca.
NOTAS
(1) “Crecen importaciones de combustibles y lubricantes”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 1 de abril de 2023.
(2) “Buscan aumentar la importación de crudo, Vaca Muerta está en la mira”. EL DIARIO, 27 de marzo de 2023.
(3) “Producción de gas ingresó en período de desaceleración”. EL DIARIO, 27 de diciembre de 2020.