Rogers Choque Sirpa
A todo padre de familia le agradaría que su hijo aprendiera a leer antes de ingresar al primer año del nivel primario, para no sufrir en el proceso de aprendizaje tan tenso, tedioso y dificultoso en esa etapa. El acto de leer es tan importante que no sólo es la decodificación o práctica de reconocimiento de los símbolos lingüísticos. Y es que leer, proporciona información para obtener mayor conocimiento y lo más importante es que abre un camino a la lectura comprensiva, desde la propia experiencia y realidad de la niña o niño.
En los primeros años de vida de un infante es importante que las personas más cercanas, de la familia, puedan buscar diferentes formas de acercarlo al mundo de la lectura. Una de las formas fundamentales es el lenguaje oral que utilizan las personas que lo rodean. Es porque los niños pequeños pueden aprender palabras y oraciones exactamente igual que aprenden a entender las palabras habladas. Es decir que el menor aprende escuchando, una palabra o mensaje hablado. Estos mensajes son enviados al área auditiva del cerebro, que los decodifica y se comprende lo que se refiere al significado de la palabra.
Por otra parte, cuando el ojo capta una palabra o mensaje escrito, estos mensajes visuales son enviados al área visual del cerebro, donde son decodificados y se los comprende como lectura. Es una capacidad mágica del cerebro. Funciona igual en lo auditivo que en lo visual, por ejemplo, los niños aprenden a leer palabras al ver la publicidad en la calle o los medios audiovisuales, en la computadora o en las aplicaciones de dispositivos móviles.
Otra situación importante es el acercamiento a la lectura mediante la lectura de libros, en algún momento del día y/o antes de dormir. Se debe comprar libros de acuerdo con su edad, dejarles que ellos agarren diferentes textos de lectura y los puedan observar y analizar desde las imágenes. Los libros son un recurso imprescindible para su proceso formativo, les permiten imaginar, descubrir, viajar y conocer el mundo que los rodea.
En la actualidad, parece más complicado conseguir que los más pequeños dediquen una parte del día a la lectura. Son muchos los infantes que optan por otro tipo de pasatiempos para su tiempo libre, como los videojuegos, la televisión o las redes sociales. Lo que deberíamos hacer las personas más cercanas a los niños es promover la lectura con entusiasmo, convirtiendo la lectura en un hábito o una manera de entretener, gozar y distraer con la lectura.
Concluimos que para que los niños aprendan a leer, es importante estimular la escucha y el lenguaje oral, también desarrollar la concentración, la memoria, la imaginación, la autoestima, y además contribuir a que los infantes expresen con mayor exactitud lo que piensan y lo que sienten.
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