El modelo económico del Gobierno ahora no sólo depende del alto precio de las materias primas en el mercado internacional, sino ahora del financiamiento externo, que está en manos de la Asamblea Legislativa, para dinamizar el mercado interno. El analista financiero Jaime Dunn dijo, en una evaluación de la economía, que la subvención a los alimentos, hidrocarburos y servicios requieren 2.000 millones de dólares.
Por su parte, en conferencia de prensa, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, confirmó ayer que la economía boliviana no estaba blindada, cuya critica la vienen realizando los economistas hace mucho tiempo, quienes anticiparon que si quiere solucionar el problema que generó su modelo económico deberá acudir a préstamos externos de organismos internacionales.
El vicepresidente, David Choquehuanca, dijo que se quedaron sin plata y por eso acuden a financiamiento externo. Montenegro señaló que los recursos serán destinados a proyectos y la reconstrucción de la economía.
Los economistas ya indicaron que el modelo económico del Gobierno deberá ser modificado debido a que se alimenta de los precios altos de las materias primas y de la inversión pública, pero al no ingresar muchos recursos a la economía nacional, el dinamismo en el mercado interno se pierde y la gente prioriza sus gastos.
El Ministro buscó argumentar la falta de recursos al indicar que se destinaron a la compra de insumos médicos, a la creación de nuevos ítems para salud y culpó también la iliquidez a la guerra Rusia y Ucrania, así como a la pandemia.
La subvención a los combustibles se comió las reservas, y ahora se apresuran en acelerar la autorización de los préstamos en la Asamblea, debido a que los mismos ya están aprobados por los organismos internacionales.
FRICCIONES POLÍTICAS
Por otra parte, Montenegro dio que las fricciones políticas que se dan en el país y generan un ambiente de incertidumbre.
Bajaron la calificación de riesgo país a Bolivia, y una de las causas fue la caída de las Reservas Internacionales, que el último dato del 8 de febrero, señalaba que estaban por los 3.500 millones de dólares.
Finalmente, dijo que los precios del bono, después de la caída registrada, volvieron a subir.