Irineo Choque Cahuana
La educación primaria es una etapa crucial en la vida de los estudiantes, en la que son establecidas las bases de su formación académica y personal. En este sentido, es importante abordar la enseñanza de lenguas originarias y extranjeras para fomentar la diversidad cultural y lingüística, así como para preparar a los estudiantes para el mundo globalizado en el que vivimos.
En primer lugar, es fundamental reconocer y valorar la diversidad lingüística presente en la sociedad y en el entorno escolar. Para ello, es necesario promover la enseñanza de las lenguas originarias que se hablan en la zona, y fomentar su uso en el aula y en la comunidad educativa. Esto permitirá que los estudiantes se sientan identificados y valorados en su propia cultura, además de que podrán aprender y practicar su lengua materna de forma más significativa.
Por otro lado, también es importante incluir la enseñanza de una lengua extranjera en el currículo de educación primaria. El objetivo principal es que los estudiantes puedan comunicarse en una lengua diferente a la materna, y que se sientan cómodos en situaciones comunicativas internacionales. Para lograr esto, es importante que la enseñanza de la lengua extranjera sea significativa y esté basada en situaciones reales y cotidianas, y no solo en la memorización de vocabulario y gramática.
En este sentido, es recomendable utilizar metodologías activas y participativas que involucren a los estudiantes en su propio aprendizaje, como el aprendizaje cooperativo o el uso de materiales audiovisuales y tecnológicos. Además, es importante fomentar la práctica oral de la lengua extranjera, ya que esto ayudará a los estudiantes a adquirir la competencia comunicativa necesaria para comunicarse en situaciones reales.
Es importante tener en cuenta que la enseñanza de lenguas originarias y extranjeras en educación primaria no debe ser vista como una tarea aislada, sino como un proceso integrado en el currículo y en el proyecto educativo de la unidad educativa. Por tanto, es necesario involucrar a todo el equipo educativo en la planificación y ejecución de las actividades relacionadas con la enseñanza de estas lenguas, y fomentar la colaboración entre las diferentes áreas y niveles educativos.
En conclusión, la enseñanza de las lenguas originarias y extranjeras en educación primaria es fundamental para fomentar la diversidad cultural y lingüística, así como para preparar a los estudiantes para el mundo globalizado en el que vivimos. Para lograr esto, es necesario reconocer y valorar la diversidad lingüística presente en la sociedad y en el entorno escolar, y utilizar metodologías activas y participativas que involucren a los estudiantes en su propio aprendizaje. Además, es fundamental que la enseñanza de estas lenguas esté integrada en el currículo actual y el proyecto educativo de la unidad educativa, y que se fomente la colaboración entre las diferentes áreas y niveles educativos.