Fortalezas del futuro

Mientras se escribía estas líneas, afloró al pensamiento la idea de que todo puede ser el principio para encontrar caminos ciertos a fin de arribar a mejores tiempos, siempre que tomemos las riendas de nuestra vida, evitando lo que nos hace daño. Con el sentir de que son sendas buenas siempre que haya coincidencia con los sentimientos que encuentran coincidencias con los pensamientos, puesto que debe haber analogías de unidad, sentir correcto de la vida. Siempre llevamos por delante intenciones que podrían convertirse en hechos positivos que beneficien a lo querido y siempre añorado.
En todo caso, nuestro sentido de la vida tiene que ser la fortaleza y seguridad de que es posible vencer hasta lo más difícil, siempre que tengamos el coraje de emprender lo que nos hayamos propuesto, que nuestros sentimientos sean similares a nuestros pensamientos y que al final arribemos a metas idénticas, para bien de nuestros seres queridos y bienestar del entorno que se hizo parte del diario existir.
Es posible poner en práctica todo lo expresado y dar sentido a nuestros propósitos: tanto cuanto haya coincidencias de propósitos, aunque, aparentemente, surjan confusiones, porque cuando los senderos de la vida se entrelazan o se encuentran coincidentemente, es cuando tiene que haber analogías de unidad, un sentir correcto de la vida.
En todo caso, tenemos que tener la seguridad de que es posible vencer hasta lo más difícil e intrincado.