René Consto Apaza Larico
Parte II
La formación a lo largo de la vida, ha sido relacionada en Bolivia a la formación alternativa, denominada formación permanente y que en la actual Ley N° 070 de Educación Avelino Siñani–Elizardo Pérez “nace de las necesidades y demandas de las personas para continuar su formación y actualización de forma permanente, al margen de la edad, cultura, grupo social, religión y sexo. Este proceso de formación dura toda la vida y se lleva a cabo en espacios formales y no formales y en distintos contextos, es decir, en la vida misma” (Ministerio de Educación, 2011). Sin embargo, dentro de la educación alternativa únicamente se ha hecho énfasis en la formación de personas jóvenes y adultas que por algún motivo no pudieron proseguir sus estudios en el sistema regular, ofreciéndoles posibilidades de completar el bachillerato u optar por una formación técnico-humanística, lo cual deja al margen una gama de otros espacios destinados a la formación permanente.
En el Currículo Base del Sistema Educativo Plurinacional se puede leer que “La educación productiva se da en todo el Sistema Educativo Plurinacional, tiene la finalidad de formar estudiantes con mentalidad productiva y creativa” (Ministerio de Educación, 2010), lo que significa que se aplica a todos los niveles y subsistemas. Sin embargo, su perspectiva en la formación de “los jóvenes y adultos es de carácter terminal, porque promueve y garantiza la cualificación de la población beneficiaria en sus diferentes niveles y ámbitos, según las potencialidades productivas territoriales” (Ministerio de Educación, 2010). El componente productivo en la educación regular se encuentra presente en los planes de estudio y en el discurso, pero aún se encuentra poco operativizado en la práctica educativa cotidiana. Por otra parte, tampoco se incentiva la formación técnica-profesional, que tiene un estatus inferior a la educación superior y con la cual no tiene ninguna vinculación. La capacitación laboral es algo restringido a las empresas más grandes del país, mientras que las medianas y pequeñas empresas, que son la mayoría, en pocas oportunidades destinan esfuerzos a la cualificación de su personal, quedando ésta por lo general bajo entera responsabilidad del empleado. Las organizaciones gremiales tampoco fomentan la formación de sus afiliados y no ejercen un rol de coordinación con los empleadores, para abordar estos aspectos. Sin embargo, un gran avance lo dio la creación en 2009 del Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias.
La apertura a la realización de distintos tipos y modalidades de formación, conducentes o no a titulación, flexibilización de requisitos de ingreso, diseño consensuado de cursos, utilización de nuevas tecnologías de la información y comunicación, adecuación de normativas existentes, construcción de marcos de cualificación, evaluación y validación de competencias, determinación de políticas institucionales, universitarias y nacionales, son sólo algunos de los desafíos que la universidad debe conquistar como oportunidades para su propio desarrollo institucional y para el cumplimiento de su misión dentro de la sociedad, que ahora más que nunca demanda soluciones dinámicas y permitentes a sus necesidades emergentes. Es importante que la universidad contribuya a la oferta de respuestas a la necesaria cualificación profesional, pero de la misma manera a la formación de buenas personas y buenos ciudadanos. En ese sentido, el aprendizaje a lo largo de la vida, como principio orientador facilita la formación orientada al ejercicio de una ciudadanía activa, al desarrollo de la fuerza de trabajo, la integración y transformación social.
El aprendizaje a lo largo de la vida es considerado uno de los principales objetivos de los organismos supranacionales y de las diversas administraciones educativas nacionales desde hace décadas. Dicho paradigma no es sólo clave para afrontar los problemas mundiales de la educación, sino que sus beneficios van más allá, abarcando desde el ámbito laboral al propio desarrollo personal. Sin embargo, y a pesar de la abundante literatura generada al respecto, todavía hoy es necesaria una visión integradora que aborde los elementos sustanciales de este concepto. Para ello, este artículo parte de las aportaciones generadas por organismos internacionales.
Los nuevos modelos educativos y la concepción de la diversidad, exigen un nuevo perfil docente, que implica una manera distinta de concebir el desarrollo profesional. De manera que la atención a la diversidad supone un cambio global en la formación profesional del profesorado de Secundaria, enmarcando el reto formativo en la promoción del pensamiento práctico y en el desarrollo de actitudes y capacidades para cuestionar críticamente la realidad educativa y la búsqueda de opciones superadoras de las desigualdades e injusticias. Implica un nuevo perfil docente desde un modelo teórico-práctico que capacite para saber planificar, actuar y reflexionar sobre su propia práctica. A la vez, para desarrollar procesos de análisis críticos acerca de las tensiones y contradicciones entre la ideología social y política de la atención a la diversidad y la práctica educativa. La formación que se debe desarrollar en el Sistema Educativo Plurinacional es en los diferentes subsistemas, con el fin de brindar una educación que se aplica a la realidad de cada estudiante.