Cuando la democracia se degrada y corrompe, por el exceso de discrecionalidad administrativa y comienza a realizar cambios que desembocan en la autocracia y el libertinaje, es el momento en que se libera el ingreso de la oclocracia al sistema de gobierno, o sea el gobierno de los más ineptos e incompetentes, de aquellos que, a su vez, se encargan de propiciar el cambio hacia la tiranía.
Un gobernante populista se convierte en tirano, cuando aparenta ser benévolo y dadivoso con las masas; esta política se traduce precisamente en la que viene ejerciendo el Movimiento al Socialismo desde su entronización en el poder hace 17 años, dilapidando, a manos llenas, la enorme riqueza de Bolivia obtenida en épocas de bonanza, con una absurda cantidad de bonos, prebendas, canonjías y emprendimientos más inútiles que cantimplora de buzo.
Estaría demás hacer un recuento pormenorizado de los barriles sin fondo a donde fueron a parar nuestros ingentes recursos monetarios, ya que de ello se encarga un considerable número de analistas especializados en esta disciplina, quienes, a su vez, hace años, nos vienen advirtiendo a través de las redes sociales y medios de comunicación, sobre el cruel destino de esta anomalía.
El reciente desplome de una de las entidades bancarias más grandes del país, como califica el director ejecutivo de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Reynaldo Yujra, al recientemente cerrado Banco FASSIL, es una muestra inobjetable de lo señalado líneas arriba. Es más, según esa autoridad, a 2022, FASSIL era el tercero en cartera de créditos, el cuarto en depósitos, el cuarto en activos, el séptimo en patrimonio y el décimo en utilidades. Además, se sabe que tuvo una rápida expansión; los créditos eran rápidos y sin mucha minuciosidad en el respaldo, entonces nos preguntamos, ¿Qué pudo haber pasado?
Nuestra única y muy sencilla respuesta es, que FASSIL, que empezó sus actividades en 2014 con un concepto de Banca Múltiple, con una parte de su estrategia consistente en captar masivamente clientela, fue víctima de un contagio de despilfarro populista, pandemia que convierte al paciente en una suerte de “lavadora de ropa”, a la que se le añade una excesiva carga de prendas y detergente, y luego de funcionar precariamente, se establece que el suministro de agua desde lo profundo de la selva se cortó, debido a un medidor de agua que fue arteramente manipulado. De ninguna manera fueron culpables de este descalabro, como se nos quiere hacer creer, ciertos créditos, como el de María Nicole, de 18 años, que logró un sobregiro de 1,5 millones de dólares, cuando su capacidad de pago era de 10.000 dólares.
Empero, al parecer, no todo está perdido, pues en las festividades del día del trabajador, el secretario ejecutivo de la COB, cuyo salario mensual es de 4.000 dólares americanos, como se establece por la boleta de pago que circuló profusamente en las redes sociales, anunció su incondicional apoyo al gobierno, al cual le es funcional desde hace años, y en especial ahora, que el presidente anunció el descubrimiento de un pozo de petróleo en Yapacaní, con capacidad de alimentar a miles de estos zánganos que ayudarán a tiranizar al país, más y MAS FASSIL.